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Los 49ers de San Francisco son el primer equipo con tres victorias en la NFL, luego de vencer 30-12 a los Giants de Nueva York. Paliza de tres anotaciones sin dar su mejor versión, lo que debe de preocupar al resto de la liga.
Brock Purdy inició fatal. Parecía que iba a ser su peor partido en la NFL, al completar apenas 5 de sus primeros 11 pases, caminando al borde del abismo de par de errores, pero encontró el norte y acabó con su segundo partido de más de 300 yardas (310) y dos pases de anotación.
Los Giants, sin media línea ofensiva titular ni Saquon Barkley, salieron con un plan ofensivo en extremo temeroso: muchos pases cortos, nada de engaños de carrera o cualquier otra cosa para maquillar sus intenciones y tampoco utilizaron las piernas de Daniel Jones. Todo facilitó el trabajo a la defensiva de San Francisco, que nunca sintió que el agua le llegara al cuello como el domingo pasado en el SoFi ante los Rams. Eso sí, hubo múltiples choques y actividades extracurriculares, aún cuando el partido estaba ya sentenciado.
Los Niners abrieron el marcador en la primera ofensiva del partido, una larguísima serie de 15 jugadas, pero se conformaron con tres puntos. Nueva York lo empató en su primera oportunidad con el balón, cuando el guión planeado funcionó y no se metieron en problemas hasta una 3&8 al borde de la zona roja.
Purdy simplemente no traía la mira afinada, a tal grado que Kyle Shanahan se ‘rindió’ par de veces en tercera y largo, mandando pases pantalla, pero las habilidades de Deebo Samuel y Christian McCaffrey les permitió mover las cadenas en 3&15 y 3&13, y finalmente visitaron las diagonales en un pase con Ronnie Bell.
El propio Bell evitó una catástrofe al final de la primera mitad, en un pase muy alto a Deebo Samuel que salió rebotado, pero el ex de la Universidad de Michigan saltó para evitar la intercepción, mover las cadenas y poner la mesa para el TD terrestre de Christian McCaffrey, quien ha llegado a las diagonales 12 partidos al hilo.
Nueva York recortó a 17-6 con un gol de campo en la última jugada de la primera mitad y recortaron con un acarreo de anotación de Matt Breida a la mitad del tercer periodo, pero sus siguientes dos ofensivas terminaron sin mover las cadenas, mientrsa que los Niners sumaron dos goles de campo más.
Ya en el último cuarto, el desgaste que representa jugar contra los 49ers, aunado a la nual producción ofensiva terminó por doblar a Nueva York.