- Julián Quiñones, contemplado en el Tri del Jimmy Lozano:
- Villarreal no pretende negociar, ni rebajar el precio de Foyth al saber la urgencia de Barcelona
- Messi ya supera a David Beckham, Zlatan Ibrahimovic y Chicharito
Gerardo ‘Tata’ Martino busca darle la vuelta a los fracasos con todo y Leo Messi en la cancha, pues aunque tuvo una Supercopa de España en 2013, de ahí en fuera con uno de los mejores jugadores de la historia no ha ganado nada, así que tras el pase del Inter Miami a las semifinales de la Leagues Cup en la velada de este viernes, el entrenador está ilusionado de llevarse el título a casa.
Las Garzas vencieron por goleada al Charlotte FC. Un 4-0 fue suficiente para ilusionarse con el primer título de la nueva era del equipo de David Beckham, el ex futbolista y ahora dueño del conjunto de la Florida que trajo la ex columna vertebral del Barcelona que lo ganó todo y que se convirtió en un referente hace más de una década.
“Lo cierto es que este torneo empezaron a jugarlo 47 equipos y Miami, último de su zona, está en semifinales. Eso habla de un momento como para al menos tener expectativas de poder hacer algo importante. Ojalá podamos ganarlo”, declaró el Tata Martino en conferencia de prensa.
El técnico argentino forma parte de la llegada de Leo Messi, Jordi Alba y Sergio Busquets a un Inter Miami que busca darle la vuelta a su historia, no sólo a nivel comercial con las caras de las ex estrellas del Barcelona, sino en lo deportivo y por ahora la fórmula marcha bien porque están a dos partidos de tener su primer título.
“Hay mucha confianza de los compañeros que juegan a su lado. Lo que está haciendo fuera de la cancha, el liderazgo que ejerce en el grupo, en los entrenamientos, en la cancha, y no hablo de lo futbolístico. Hay mucho de ese cambio del equipo por la presencia de Leo”, agregó Gerardo Martino sobre la llegada de Messi al fútbol de los Estados Unidos.
El siguiente rival del Inter Miami es el Philadelphia Union este próximo martes 15 de agosto para definir si Martino y Messi vuelven a estar en una final, ahora sí con la intención de olvidarse de los fracasos del pasado.