El Barcelona acaba de sumar la liga 27 de sus vitrinas a falta de cuatro jornadas, una corona que le sienta bien al proyecto de Xavi Hernández después de un comienzo difícil en la temporada y tras las complicaciones dentro de competencias europeas. De la mano de Robert Lewandowski y Alejandro Baldé, los culés lograron concretar una victoria ante el Espanyol para concretar las sumas que le dan el campeonato.
Al Real Madrid ya no le alcanzan los partidos para llegar a los 85 puntos del eterno rival. Así que a falta de cuatro fechas, los blaugranas tienen la tranquilidad de tener otro título doméstico. A costa de esta derrota, sus vecinos del Espanyol tendrán que pedir un auténtico milagro porque el resultado los pone más cerca de descender de la categoría.
Robert Lewandowski fue el encargado de abrir el marcador con un gol a quemarropa cuando el partido apenas tenía una decena de minutos. Un pase de Alejandro Baldé en diagonal retrasada fue suficiente para romper con la defensa de un pobre Espanyol que está más preocupado por la permanencia que por frenar a su rival de región.
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Alejandro Baldé pasó de dar una asistencia a meter el segundo con un pase bombeado de Pedri, ambos con su primera anotación y asistencia de la temporada, respectivamente en un auténtico festín dentro del RCDE Stadium,
Una contra del Barcelona volvió a poner a Lewandowski de cara a la portería y con la sangre fría del polaco los defensores rivales quedaron en el suelo ante la categoría del campeón de España, que a cinco minutos de finalizar la primera parte ya tenían en su bolsillo la liga.
Ya cuando los ánimos se habían calmado entre una afición que veía a su equipo hundirse y con el campeón después de asimilar que tenían un trofeo más en la vitrina, De Jong colocó un pase de cirujano en la cabeza de Koundé para empujar la pelota dentro de la portería y aumentar más la ventaja que jamás pudieron reducir los pericos con los brazos cruzados.
Cuando al partido ya no le pasaba nada, Javi Puado encontró un pase entre líneas para meter un golazo a lo Raúl González con una salida de ter Stegen que el delantero utilizó para ponerle un globito al portero alemán. Pero el Espanyol todavía quería hacer más honrosa la derrota y Joselu anotó un gol de último minuto al rescatar un rebote en el palo y empujar sin más un balón que huele a descenso.