El Manchester City tiene pie y medio en las semifinales de la Champions. Al 60′ había argumentos para decir que no merecía tener la ventaja, pero tuvieron la contundencia y no cometieron los errores del Bayern, que necesita un milagro en el Allianz Arena para revertir el 3-0 de la ida.
Sí, 3-0 es marcador de goleada, pero por una hora, el City lo pasó mal. El Bayern quizá merecía más y si lo perdía, fue por una pincelada de Rodri, uno de los mejores goles de su carrera, pero el enésimo error de Upamecano les dejó en la lona y Haaland les remató. El ‘androide’ presenta más evidencias de ser la pieza faltante para que este año sea el bueno para los de Guardiola.
El partido cumplió con las expectativas de ser una final adelantada, entre los dos máximos favoritos a llevarse la ‘Orejona’. Mucho ritmo con ocasiones en ambos arcos. El City comenzó mejor, el Bayern sufrió una y otra vez con la salida de pelota (tocar atrás con Sommer es una aventura mayor que hacerlo con Neuer). Eso sí, el meta suizo evitó el segundo a Gundogan en una atajada para enmarcar.
Al volver del vestuario, el Bayern tuvo un puñado de ocasiones para empatarlo. Ederson se lo negó a Sané, idéntico al final del primer tiempo. La humanidad de Aké y Rubén Dias evitaron cabezazos de gol. El 1-1 estaba en el aire, la afición citizen tenía ese murmullo incómodo… hasta que apareció Upamecano.
El defensa casi regaló el segundo minutos antes, en una mala salida. Al 70′, el robo les costó, porque Haaland habilitó a Bernardo Silva, quien llegó a rematar solo de cabeza.
El Bayern seguía en la lona cuando llegó el tercero. En segunda jugada tras un córner, Stones superó en el salto al canadiense Davies, recentró y Haaland de volea puso el tercero.
El Bayern se sabía eliminado. El ímpetu de ese cuarto de hora tras el descanso se extinguió y no se llevaron un par más gracias a atajadas milagrosas de Sommer.