Pep Guardiola admitió que tenía la presión sobre su espalda para que el Manchester City pudiera vencer al Bayern Munich en casa, bajo el marco de la ida de los cuartos de final de la Champions League, ante la exigencia de los aficionados para que los británicos al fin tengan un resultado histórico fuera de casa.
A pesar de que el City salió con una ventaja de tres goles en el Etihad Stadium, el técnico de los locales no sintió felicidad sino alivio por toda la olla a presión que era el entorno de un equipo presionado por ganar todo.
Guardiola, al límite después de la victoria del City al Bayern en Champions
“Emocionalmente estoy destrozado. Hoy tengo 10 años más. Era un juego tan exigente. No fue cómodo”, explicó el técnico del Manchester City durante la conferencia de prensa posterior a la victoria de los suyos sobre el Bayern Munich.
Con goles de Rodrigo Hernández, Bernardo Silva y Erling Haaland, los Citizens toman ventaja para poner un pie sobre las semifinales de la Champions League, un torneo que se le niega a Josep Guardiola desde que dejó el Barcelona de Leo Messi y compañía. Si bien, el técnico español dice que fue contratado para ganar la Premier League, la comunidad internacional lo cuestiona tras quedar eliminado en más de una ocasión en Europa.
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“Después de cinco, seis minutos fue un juego apretado y en parte del juego ellos fueron mejores que nosotros. Era difícil controlarlos”, reconoció Guardiola sobre lo vivido dentro del terreno de juego, aunque entiende que no puede confiarse. “Fue un resultado increíble, pero sé un poco lo que puede pasar en Munich. Si no lo haces muy bien, pueden anotar uno, dos, tres. Yo lo sé, los jugadores lo saben”.
Para el técnico español, lo mejor que puede hacer su equipo en la vuelta será tener una personalidad enorme y así mantener el resultado ante el conjunto de Thomas Tuchel, quien acaba de tomar al Bayern rumbo al final de temporada.