Egis Klimas, manejador principal de Vasyl Lomachenko, está seguro de que su peleador le ganó la batalla de 12 asaltos al campeón indiscutido de las 135 libras, Devin Haney, quien salió favorecido por los jueces en una de las decisiones más polémicas de lo que va del año al tener una pelea sumamente pareja, pero que para un sector importante de aficionados al boxeo el ucraniano debió ganar.
No sólo el equipo del ex tricampeón mundial de peso ligero y de tres divisiones diferentes fueron los únicos que tuvieron el trago amargo por el resultado, puesto que los mismos asistentes del MGM Grand Garden Arena se dedicaron a lanzar objetos al ring para mostrar su descontento por la deliberación de los jueces.
“Voy a decir las cosas tal como son. este es el robo más grande del medio día. Vamos a protestar. Apelaremos esa decisión porque alguien necesita terminar con esta injusticia. Alguien necesita que el boxeo sea puesto en el lugar donde tiene que estar”, remató Egis Klimas durante la conferencia posterior a la pelea.
Después de 12 rondas parejas, Dave Moretti puso una tarjeta de 116-112, una anotación disparatada para algunos aficionados del boxeo que encontraron un poco más razonable el 115-113 de los otros jueces en la pelea en la que Vasyl Lomachenko llegaba en calidad de retador de los cuatro cinturones de los pesos ligeros.
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Devin Haney regresó a casa con sus cuatro cinturones, mientras amagaba que quizá no vuelva a competir en peso ligero en el resto de su carrera para dejar hundida las posibilidades de una revancha. Vasyl Lomachenko, por su lado, lloró en los vestidores, justo en el momento en el que los aficionados de este deporte coreaban su nombre.
“Y luego ser robado así, no es aceptable. No lo dejaremos pasar. Vamos a ir hasta el final para apelar y tal vez no ganemos Lo más probable es que sea eso. Pero queremos mostrar que tiene que haber justicia”, finalizó el manejador de Vasyl Lomachenko.