El sueño no termina para el peruano Juan Pablo Varillas en Roland Garros. Otra vez tuvo que ir cinco sets, pero logró sobrevivir y avanzar al vencer al décimo tercer preclasificado, el húngaro Hubert Hurkacz por 3-6, 6-3, 6-6, 4-6 y 6-2.
Varillas se convierte en el primer tenista peruano en octavos de uno de los cuatro grandes desde Jaime Yzaga en el Abierto de los Estados Unidos de 1994.
Seguir haciendo historia requerirá escalar una cota todavía mayor: le espera Novak Djokovic en octavos.
El serbio salió abucheado de la Phillippe Chartier por la forma en que festejó el segundo set, los reclamos al juez de silla y porque la afición consideró que hizo tiempo al pedir el fisio en su partido ante Alejandro Davidovich, que resolvió por 7-6 (4), 7-6 (5) y 6-2. Las 3 horas y 36 minutos de duración indican lo mal que lo pasó Nole.
“La mayoría de la gente viene a disfrutar del tenis o apoyar a uno u otro jugador. Pero hay personas —grupo o lo que sea— que le encanta abuchear en todo lo que hagas. Es algo que creó es una falta de respecto y francamente no entiendo”, indicó Djokovic en conferencia de prensa.