Saquon Barkley, Tony Pollard y Josh Jacobs podrían no estar en el training camp al quedarse con la etiqueta franquicia

Tres corredores estelares no recibieron nuevos contratos antes de la fecha límite del lunes a las 4:00 PM ET y tendrán que jugar la temporada 2023 bajo la etiqueta de jugador franquicia.

Se trata de Saquon Barkley de los Giants, Tony Pollard de los Cowboys y Josh Jacobs de los Raiders, por lo que está en el limbo su participación en sus campos de entrenamiento en la puja por tener seguridad laboral a largo plazo.

Al menos Barkley y Jacobs no piensan firmar el acuerdo de jugadores franquicia, según información de ESPN, por lo que no serían multados por perderse el training camp, al no tener un acuerdo vigente. Se espera que Pollard sí lo haga y esté con los Cowboys en la pretemporada.

Recibir la designación de jugador franquicia implica un año más de contrato por $10.091 millones de dólares, mayor a los contratos de novatos, pero sin la seguridad a largo plazo. Un golpe más a la posición de corredores, que lleva dos años sin firmar un acuerdo de múltiples años por un promedio de más de 10 millones, siendo Nick Chubb el último en el 2021.

Los tres corredores venían de tener su mejor temporada en la NFL, pero juegan en la posición menos preciada en la liga en las últimas temporadas, al ser considerados reemplazables; de hecho, Pollard no era el titular en Dallas.

Jacobs, elegido por los Raiders en la primera ronda del Draft del 2019, no pintaba entrar en los planes a largo plazo porque no usaron su opción de quinto año para este 2023 antes de la temporada pasada, en la que fue el líder terrestre en la NFL con 1,693 yardas y 12 anotaciones, siendo elegido al equipo All Pro y al Pro Bowl.

Saquon sí recibió su opción de quinto año, pero venía de tres campañas en las que se perdió 21 partidos por lesión. Rompió su marca personal con 1,312 yardas por tierra, 57 recepciones y 10 anotaciones para los sorpresivos Giants.

Pollard, que también llegó en el Draft del 2019, pero en la cuarta ronda, tuvo su primera temporada de más de mil yardas y 12 anotaciones más, empatando su récord de recepciones con 39 y con marca de yardas recibidas, 371.