- Previa AFC Este: Patriots, Bills, Jets y Dolphins
- Previa AFC Norte: Steelers, Browns, Bengals y Ravens
- Previa AFC Sur: Colts, Jaguars, Texans y Titans
- Previa AFC Oeste: Raiders, Chiefs, Chargers y Broncos
- Previa NFC Este: Cowboys, Giants, Eagles y Commanders
- Previa NFC Norte: Packers, Vikings, Lions y Bears
- Previa NFC Sur: Saints, Falcons, Panthers y Buccaneers
Se acabó. Día 8 y último de la previa de Claro Sports de cara al inicio de la temporada 2023 de la NFL. Mañana vuelve el fútbol americano de verdad, con el perdón de la pretemporada, con el Chiefs vs Lions.
Cerramos con broche de oro con la División Oeste de la Conferencia Nacional, que hace no mucho era la mejor de toda la liga, pero parece que hay una clara diferencia entre el mejor equipo (pese a su eterna maldición de las lesiones) y el resto, con opciones serias de que aquí llegue la primera selección del Draft del 2024.
Arizona Cardinals
El adiós de Kliff Kingsbury es algo positivo: Arizona pasó de los Playoffs a ser una gran decepción en 2022. Le costó el puesto a Kingsbury, pese a haber firmado una extensión de contrato en el verano. No es algo necesariamente malo, porque los equipos de Kliff siempre colapsaban y descifraban, aún desde que estaba en Texas Tech con Mahomes. Con los Cards, pasaron de 18-9-1 de la semana 1 a la 7, a 10-29 en el cierre. En casa fueron un desastre (10-22-1, cuartos peores). El equipo tuvo su temporada exitosa con un insostenible éxito en tercer down. DeAndre Hopkins comenzó suspendido el 2022, luego se lesionaron casi todos sus jugadores clave y pasó lo que pasó (Hopkins, Zach Ertz y Marquise Brown no jugaron UN SOLO SNAP juntos). Jonathan Gannon no tiene un trabajo fácil en 2023, pero no podría ser tan malo… siempre y cuando sobreviva y llegue a ver una segunda campaña.
Todo veterano talentoso (salvo Budda Baker) ya no está: con Kyler Murray en duda por romperse el cruzado en diciembre, el equipo parece haber tirado la toalla. Borrón y cuenta nueva con nuevo coach y con múltiples veteranos fuera. Se fueron DeAndre Hopkins, Zach Allen, J.J. Watt, Rodney Hudson, Byron Murphy, Justin Pugh, A.J. Green, Markus Golden, Max García y hasta el pateador Andy Lee. Quedan James Conner, Hollywood Brown y pocos nombres más que la gente conozca.
El futuro es quizá mejor que todos en la NFC Oeste, salvo los 49ers, aunque hay un dilema múltiple con Kyler: Jonathan Gannon hereda una situación nada envidiable, pero bien podría ser como Atlanta la temporada pasada, en que se tragan el dinero perdido un año y comienzan a reconstruir. Arizona es el equipo que proyecta menos victorias (3.5 es su línea de apuestas), algo que no es particularmente malo porque vienen Caleb Williams y Drake Maye en el Draft. En el anterior Draft, hicieron un movimiento maestro porque Houston les dio su primera ronda en 2024 para elegir a C.J. Stroud (no les engañen, la movida no fue por Will Anderson; si tomaban al LB primero, Arizona no les iba a hacer ese cambio o les hubiera salido más caro). Podrían tener hasta dos picks entre las primeras cinco selecciones. Aquí el tema será qué hacer con Kyler. Siempre fue una apuesta arriesgada por su tamaño menor que el promedio y costaría 51.9 millones en 2024, pero la fórmula para contender siempre pasa por tener un QB en contrato de novato. Quizá valga la pena moverle o cortarle e ir con un nuevo QB el próximo año. Y eso podría ser una mejor situación que los Rams o hasta el mismo Seattle, porque Stafford y Geno no son opción para un lustro, ya no digamos el resto de la década.
Los Angeles Rams
De ganar al Super Bowl a uno de los peores rosters de la liga: ¿le salió caro a los Rams no tener selecciones de primera ronda del Draft desde el 2016? Pues tienen dos viajes al Super Bowl, mientras que 24 equipos no han llegado siquiera, y solo Chiefs y Patriots tienen más apariciones desde entonces. La estrategia, contrario a lo que te digan, funcionó. Ahora, acabemos con los mitos: L.A. no desprecia el Draft. No les interesa la primera ronda porque es un volado 50-50, pero en las rondas intermedias encontraban producción a precio barato. La palabra clave es ‘encontraban’. De 2017 a 2019, atinaron, no solo en estrellas como Cooper Kupp, sino que 13 de 27 han sido titulares buena parte de sus carreras. Los últimos tres años han fallado más (solo 5 de 26 fueron titulares), incluyendo Logan Bruss, su primer pick (ronda 3) en 2022, quien se lesionó el año pasado y este fue cortado, o Tutu Atwell, primer pick en 2021 (ronda 2) cuando estaban Nico Collins, Josh Palmer y sobre todo Amon-Ra St. Brown disponibles. Los fallos se sumaron a la salud (fueron uno de los equipos más lesionados, con solo dos titulares en ofensiva que repitieron de la semana 1 a la 18), no había profundidad ni estrellas, y pasó lo que pasó en 2022 cuando se juntó el hambre con las ganas de comer.
McVay tiene que desempolvar la ofensiva McVay: el coach de los Rams, ‘hijo’ de Kyle Shanahan, ganó el Super Bowl alejándose de sus principios. Al traer a Stafford, Odell y compañía, ya no tenía que maquillar tanto con engaños de carrera y hombres en movimiento. Llegaban y el talento les resolvía el examen. El problema es cuando ya no tienes tanta ventaja de talento en las posiciones de habilidad y tu línea ofensiva es la más lesionada, viéndose obligados a usar 14 combinaciones distintas. El juego terrestre fue rescatable el último mes del año, lo cual es algo positivo, pero McVay tiene que desempolvar el plan de juegos de Jared Goff para tener opciones de mantener el barco a flote.
2023 es ganar-ganar para los Rams: aún si se repite una temporada catastrófica como la de 2022, será algo positivo para L.A. Si Matthew Stafford y Aaron Donald se mantienen sanos (Cooper Kupp es otra historia, porque la esperanza es que no pierda demasiado tiempo), tienes a tres de los mejores jugadores de la liga de vuelta, lo que debe mejorar un equipo que estuvo en la mayoría de los juegos en la segunda mitad el año pasado, aún cuando Bryce Perkins y Baker Mayfield estaban de QB (un datazo de Sharp Football: equipos que quedan a 5 o 6 victorias de su línea de apuestas de ganados antes de la temporada, mejoran en promedio 3.7 victorias al año siguiente desde 1989; 5+4=9 y chances de Playoffs en la NFC, aún con un calendario complicado). Y si vuelven a llegar las lesiones, quizá sea el año de tocar fondo y en el próximo Draft, hay dos joyas de la corona en Drake Maye y Caleb Williams. ¿Y si Lincoln Riley y el último Heisman siguen en L.A., pero se mudan del Coliseo al SoFi? Ganar-ganar, les digo.
San Francisco 49ers
Purdy idéntico a Garoppolo o un poco mejor: ¿Por qué los 49ers dejaron ir a Trey Lance? Esa es la gran incógnita, más cuando Kyle Shanahan ha dicho en repetidas veces que su mariscal ideal es un nuevo RGIII, para que las defensivas se vean obligadas a jugar 11 contra 11, no 11 contra 10, pero no lo ha podido encontrar desde que se fue de Washington. Los resultados de Purdy le llevaron a cortar por lo sano con el tercer pick de 2021, ya que si tienen que meter un suplente, Sam Darnold implica modificar menos el esquema, sin olvidar que Lance pasó lesionado dos años. Parece que la decisión pasó por la mejor opción para ganar el Super Bowl pronto, antes de que el núcleo envejezca o se vayan piezas clave.
Purdy no es un mariscal de videojuego, pero cumple lo que pide Shanahan, quien es un mago a la hora de sacar producción de su QB. Genera ventanas amplias para que sea casi imposible que el QB falle y permite que los receptores generen yardas tras recibir el ovoide (un dato de siempre: solo Mahomes y Herbert tienen más yardas por pase en sus primeros 16 juegos que el inmortal Nick Mullens). Así es como Garoppolo lideraba la liga en yardas por intento pese a ser de los que más corto lanzaba. Purdy fue una calca de producción, pero con ligeras mejoras bajo presión, ya que no es tan pies de plomo como Jimmy G, además de en zona roja y con engaños de carrera. Lanzó mejor profundo.
Brock Purdy nunca fue probado: ‘El Señor Irrelevante’ se fue 8-0 antes de lesionarse, pero sin mayores dificultades. Tuvo 248 jugadas de pase y solo en 25 iba perdiendo en la segunda mitad. Solo Jalen Hurts y Lamar Jackson estuvieron en modo remontada menos seguido. Y cuando lo estuvo, le fue mal: 42% de completos, sin touchdowns, una intercepción, EPA por intento negativo y success rate de 33%, bueno para ser el QB 47, 41, 37 y 34 en cada métrica. De nuevo, no tan distinto a Garoppolo.
La defensiva fue la mejor, pero tuvo un claro tendón de Aquiles: los 49ers aprovecharon un calendario sencillo para ser la mejor defensiva de la liga. Fueron un muro por tierra (ningún corredor les superó las 100 yardas), pero no eran perfectos. Su kriptonita eran los pases, largos, en los que fueron los SEGUNDOS PEORES de la liga. Para 2023, no vuelven dos titulares, Jimmy Ward y Emmanuel Moseley. No hay profundidad y es un equipo que toda la Era Shanahan, ha estado entre los 10 más lesionados cada año. Es del otro lado del balón, pero los mariscales no le duran porque reciben fuertes golpes, como el que lesionó a Purdy. Curiosamente, el único año que Garoppolo jugó todos los partidos, llegaron al Super Bowl.
Seattle Seahawks
Geno Smith no fue mejor que Russell Wilson: el QB ganó el premio al Regreso del Año, al llevar a Seattle a Playoffs con 9-8 con el mejor año de su carrera, cuando se esperaba que fueran uno de los peores equipos de la liga, pero no fue mejor que Russ en 2021. Aún cuando Wilson tuvo la lesión en la mano de lanzar, fue mejor que Geno en EPA por intento, yardas por intento, menor porcentaje de intercepciones, mejor porcentaje entre touchdowns e intercepciones, menos capturas, mejor porcentaje en tercer down, más eficiente con y sin presión, mejor desde la bolsa, mejor con y sin engaños de carrera, mejor en la zona roja y fuera, mejor en primer y segundo down. Geno solo fue mejor en porcentaje de completos. Datos, no opiniones, y pasaron a Playoffs por unas ayudadotas arbitrales en la semana 18 ante Baker Mayfield y los Rams. Y les descifraron: cerraron el año con marca de 2-4.
Las tendencias conservadoras de Pete Carroll les pueden costar: el coach no era la persona más innovadora y agresiva de la vida. Igual y quedó traumado por no darle el balón a Marshawn en el Super Bowl XLIX, pero es un ancla para su equipo. Cree que ganas en pleno 2023 corriendo y con defensa, cuando está más que comprobado que lo haces lanzando primero. Y simplemente no aprende. Ken Walker tuvo algunas escapadas, pero en general se estampaba contra la pared una y otra vez (#41 de 42 corredores en ganancias de 5 yardas o más, 23.7% de acarreos no ganaron yardas: UNO DE CUATRO). ¿Y recuerdan lo de Geno peor que Russ en tercer down? Aún cuando eligieron a Jaxon Smith-Njigba, tengo mis dudas de que Carroll vaya a cambiar, y no hablaremos tampoco de su esquema defensivo, que va mejorando con Tariq Woolen y compañía, pero que juega siempre a lo mismo y los buenos equipos (49ers, Rams cuando no están con jugadores de tercer equipo) se lo saben de memoria.
Se complica el calendario: Seattle se fue 2-4 ante equipos de Playoffs el año pasado. Se fueron 2-3 ante defensivas Top 10, pero a ninguna le anotaron más de 23 puntos salvo a los Saints, con dos touchdowns en tiempo basura abajo 31-19, y todos menos uno fueron de visita (otro fue en Alemania). Sufrieron en partidos al aire libre de visita (0-3).
En 2023, tiene 7 partidos ante equipos de Playoffs del año pasado y 8 ante equipos con línea de ganados de 8.5 (proyectados a tener marca ganadora). Se medirán también a defensivas más complicadas y tendrán cinco partidos de visitante al aire libre.