El Draft es sin lugar a dudas el Super Bowl de la temporada baja en la NFL. El hecho de poseer la primera selección global es sinónimo de tener en las manos la llave para dar vuelta a la situación en una franquicia que no ha tenido los mejores resultados.
En muchas ocasiones, los equipos que se encuentran en esa posición seleccionan a un mariscal de campo ya que es la posición más importante en la liga.
Sin embargo, las cosas no siempre salen como los gerentes generales, reclutadores y entrenadores en jefe piensan, así que recordamos a esos jugadores que no cumplieron con todo lo que se esperaba de ellos y que le hicieron perder mucho tiempo y dinero a las franquicias que los reclutaron.
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Draft NFL 2023 en vivo: Horario, orden de selección y dónde ver por TV y online
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El orden de selecciones del NFL Draft 2023
Tim Couch
Un quarterback que salió de la universidad con grandes carteles para el Draft de 1999 en el que los Cleveland Browns tenían la primera selección global, lamentablemente Couch no pudo alcanzar el éxito y terminó su estancia en el equipo con abucheos y juego muy inconsistente. Después estuvo con los Packers y Jaguars pero su carrera no pudo fructificar.
David Carr
En el 2002 nacían los Houston Texans y su primera selección sería el quarterback David Carr quien tuvo el récord de capturas a un QB con 76 en una temporada y terminó su etapa en Houston con 249. Después estuvo un año con los Panthers, luego con los Giants y los 49ers.
JaMarcus Russell
Tal vez la primera selección global más decepcionante de la historia, el prospecto de LSU era uno de los más deseados para el Draft de 2007 en el que fue elegido por los entonces Oakland Raiders.
Desde el inicio la situación comenzó mal cuando comenzaron a salir a la luz historias sobre su falta de interés en el juego y hasta presentarse al campo de entrenamiento con sobrepeso. En solo tres años en la NFL, Russell consiguió 18 touchdowns con 23 intercepciones y un porcentaje de pases completos de apenas el 50%.
Sam Bradford
A pesar de ser el novato del año en la temporada de 2010 con los entonces St. Louis Rams, equipo que lo reclutó, Bradford no pudo superar ninguna de las expectativas que se depositaron en él y solo pudo jugar cuatro temporadas, perdiendo otra por lesión. Después tuvo oportunidades con los Eagles, Vikings y Cardinals pero no logró alcanzar nunca el título de quarterback franquicia.