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Los Arizona Cardinals decidieron dejar ir a una de sus grandes decepciones del Draft de los últimos años, al cambiar al linebacker Isaiah Simmons a los Giants, recibiendo poco o nada de regreso.
Nueva York se hace con el linebacker a cambio de una selección de séptima ronda del Draft del 2023, lo que daba la impresión de que Arizona pensaba cortar a Simmons y recibió lo que sea.
Simmons fue elegido en la primera ronda del Draft del 2020, proveniente de Clemson, con los que fue campeón nacional en la temporada 2018 y subcampeón en 2019. Se pronosticaba que sería una de las nuevas estrellas defensivas de la liga, un híbrido de linebacker, safety y hasta córner, con tamaño y velocidad para cubrir el campo de lado a lado y marcar múltiples posiciones. No fue así, al menos tras tres años en la liga.
Como novato, Simmons tardó en ganarse la titularidad y nunca se le vio con confianza. Acumuló apenas 7.5 capturas en tres años, con cuatro intercepciones, 16 pases defendidos y 258 tackleadas. En 2022, permitió 77.1% de pases completos en cobertura y, aunque mejoró el porcentaje de tackleo (de 9.5% en 2021 a 4.8%), el equipo optó por no activar su opción de quinto año. 2023 era un año de prueba y la reprobó antes de iniciar, aún cuando se hablaba de una conversión a safety con el nuevo coordinador defensivo, Nick Rallis.
Los Giants esperan poder recuperar su mejor versión. Linebacker medio era una necesidad y firmaron a Bobby Okereke en la agencia libre. Esperan que Simmons, en un esquema mucho más agresivo del coach Wink Martindale, pueda lucir sus atributos físicos como no hizo en Arizona.
Arizona suma una selección más del Draft y usará el tiempo para evaluar a otro linebacker que pinta para bust, Zaven Collins, su primera ronda del 2021 y de un perfil similar al de Simmons, pero que tampoco ha lucido.