El Tigre estuvo suelto en Augusta National, aunque un tanto impreciso, ya que Tiger Woods acabó su primera ronda del Masters con tarjeta de +2.
A fuerza de ser sinceros, no se espera demasiado de Tiger en el torneo. Hace dos días, su caddie Joe LaCava habló de cómo le vio sufrir en lo físico y lo mental en el Genesis Invitational, y que el dolor es omnipresente para Woods. “Como dicen, ‘no preguntes eso’. Le duele, No hay necesidad de discutirlo. Es un hecho de vida”. El mismo Tiger lo dijo en la previa: “Me pasa por la cabeza que puede ser mi última vez. No sé cuántos Masters me quedan. No puedo competir como podía hacer anteriormente”.
Se vio a Woods sufrir en el primer recorrido en Augusta National, campo en el que juega por 23a ocasión. Saliendo en el grupo con Viktor Hovland y Xander Schauffele, en los primeros nueve hoyos se vio a un Tiger bastante oxidado, con tres bogeys en los primeros siete hoyos. Comenzó a retomar el camino con un birdie en el 8, par 5.
El cuarto bogey en el undécimo pintaba una mala jornada, pero Tiger recompuso con birdies consecutivos en el 15 y 16, antes de cerrar la jornada con un quinto bogey en el 18.
Woods acabó su ronda empatado en el lugar 54. Corre riesgo de que terminar la racha de 22 Masters en los que pasó el corte. Nunca ha faltado al fin de semana en Augusta.
Hovland, quien compartió grupo con Tiger, lidera a los primeros jugadores que salieron, con tarjeta de -7, empatado con el español Jon Rahm, quien cerró su ronda con un birdie en el 18 para firmar 65 golpes.