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Una buena y una mala para el Barcelona en su visita a Son Moix. La buena es que mantienen el invicto pese a irse abajo dos veces en el marcador y no se fueron con las manos vacías sobre la hora de milagro; la mala: se dejaron dos puntos al empatar 2-2 ante el Mallorca de Javier Aguirre, por lo que el Girona o el Real Madrid podrían arrebatarle el liderato.
Las cosas se pusieron cuesta arriba para los de Xavi desde temprano, cortesía de un error de Ter Stegen. El portero tocó mal en la salida, hubo una serie de rebotes desafortunados que dejaron a Muriqi solo con el arco abierto. Abajo en el marcador sin haber cruzado el minuto 10.
Los culés fueron dueños del balón, pero las ocasiones estuvieron divididas. Tuvieron 70% de posesión, pero la misma cantidad de intentos. Les costó descifrar el parado defensivo del equipo del ‘Vasco’ Aguirre, pero encontraron la igualdad con un zurdazo de fuera del área de Raphinha al 41′
Todo apuntaba al empate al descanso, pero llegó el 2-1 de los locales en una jugada que comenzó en saque de meta, peinó Muriqi y quedó pase filtrado para Abdón Prats, quien definió ante la salida de Ter Stegen.
De nuevo a remar contracorriente para el Barça, que festejó un penalti por falta sobre Lamine Yamal, pero el VAR llamó al colegiado y se borró la pena máxima. Piscinazo.
Lo intentó una y otra vez el Barcelona y encontró premio a 15 minutos del final, con el gol de Fermín López. Tuvieron alguna ocasión más para llevarse los tres puntos, pero la más clara la tuvo el canadiense Cyle Larín en el agregado, en un mano a mano con Ter Stegen que mandó por un costado, ahogando el grito de gol en Mallorca y dividiendo puntos que pone en riesgo el liderato de los de Xavi y da un punto de oro a los de Aguirre en busca de la permanencia.