La Juventus de Weston McKennie le arranca los tres puntos al Lecce, pero aún genera dudas

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Weston McKennie, jugador del USMNT y de la Juventus | Reuters; Pinca
Weston McKennie, jugador del USMNT y de la Juventus | Reuters; Pinca

La Juventus de Weston McKennie apenas pudo ganar con la mínima al Lecce en la sexta jornada de la Serie A, un resultado que le da a la Vecchia Signora, tres puntos vitales en su búsqueda por subir algunos peldaños en el campeonato local. 

Una actuación deslucida mantiene las dudas sobre el conjunto de Allegri, quien regresó al banquillo para recuperar las viejas glorias que alguna vez posicionaron el dominio del cuadro italiano en el torneo doméstico, sin embargo lejos quedaron aquellos tiempos porque apenas un gol del polaco Arkadiusz Milik les dio un respiro en su objetivo que parece largo en esta temporada de cambio. 

Weston McKennie otorgó el pase venenoso al área que tras una serie de rebotes acabó en la porteria de los visitantes. El estadounidense salió con algunos aplausos esporádicos a poco menos de cinco minutos para que terminara el tiempo reglamentario. 

Arkadiusz Milik le da el triunfo a la Juventus | Reuters; Pinca
Arkadiusz Milik le da el triunfo a la Juventus | Reuters; Pinca

Quizá el mejor del partido fue Federico Chiesa, el hijo de la leyenda italiana que viene de recuperarse de una lesión y que tenía una salida sólida para tratar de llegar a la línea de fondo, pero el sistema de la Juventus no le ayudó mucho tras apenas cinco remates a portería en una evidente falta de ideas.  Timothy Weah entró de cambio con algunos minutos, pero su movimiento tampoco fue trascendental.

El Lecce con corazón quería empatar al menos en el trámite y con casi la mitad de la posesión intentó acudir a terreno rival, aunque sus intenciones fueron poco claras con cero disparos a la puerta de Wojciech Szczęsny. Y hasta en la primera parte estuvieron a punto de colocar el balón en propia meta. 

Justo cuando terminaba el encuentro, Kaba del Lecce intentó meterse al área chica con velocidad y al perder el equilibrio cayó, razón por la cual el central decidió colocarle una segunda amarilla para ponerle la roja, ante la molestia de los jugadores visitantes tras considerar que no hubo intención de clavado, situación que causó el respiro de una Juventus que vive sin ideas.