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En la edición del jueves de ‘crónicas de una muerte anunciada’, se adelantó lo que parecía encaminado desde hace unos días: que Luis Rubiales dimitirá como presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
Diversos medios en España publicaron que Rubiales daría un paso al costado debido a todas las repercusiones que trajo su beso a Jenni Hermoso en la final del Mundial femenino y todas las informaciones posteriores, entre encubrimientos, disculpas sin intención y demás que solo echaron más leña al fuego.
Todo ha ido a peor para Rubiales. La Liga F, el torneo femenino de España, fue la primera con declaraciones contundentes. También lo hicieron los sindicatos, incluyendo una petición contundente de la propia Jenni. Le siguieron los futbolistas españoles, también una carpeta de investigación que abrió la FIFA. Todos aumentaron la presión y el presidente de la RFEF, que hace unos días pensaba seguir, tendrá que dar un paso al costado en la asamblea que se convocó hace unos días y se realizará el viernes, dejando el puesto que tomó el 17 de mayo de 2018 tras un escándalo del anterior presidente, Ángel María Villar, quien acabó en la cárcel.