El Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda 2023 fue el primero de la historia con 32 equipos. Existía el temor de que, al tener más equipos, se pudieran ver más goleadas y se vieran mayores diferencias.
No fue así. Todo lo contrario.
Las sorpresas estuvieron a la orden del día y, por primera vez en la historia, una cabeza de serie no sobrevivió la fase de grupos. De hecho, fue por partida doble: una de las anfitrionas, Nueva Zelanda, que quizá no sea tan sorpresivo y estaban entre las quinielas para no salir del Grupo A, pero el otro es un batacazo Mundial: las dos veces campeonas, segundas del Ranking FIFA y subcampeonas de la Euro, Alemania.
Tuvimos las historias de película de equipos como Colombia, que ganaron su grupo; Marruecos, la única de ocho debutantes que calificó a octavos; Jamaica, que eliminó a Brasil y no le permitió gol a Francia; Nigeria, que dejó fuera a las últimas campeonas olímpicas, Canada; y Sudáfrica, que pasó sobre Argentina e Italia en su grupo. Y aún equipos que no avanzaron, como Haití, Portugal e Irlanda, dejaron un muy buen sabor de boca. Es la primera vez en la historia que tres países africanos avanzan en el Mundial femenino.
Comparado con los Mundiales de 2015 y 2019, que fueron de 24 selecciones, tampoco hubo goleadas de escándalo: la mayor fue el 7-0 de Países Bajos a Vietnam para cerrar la fase de grupos. En las anteriores copas, hubo juegos decididos por 9, 10 y hasta 13 tantos.
Al incrementar la cantidad de equipos, aumentó la cantidad de partidos y técnicamente más partidos con goleadas, pero también hubo más partidos cerrados. 28 de los 48 (58.33%) fueron empates o se decidieron por un gol, un aumento respecto al 2019 (19 de 36, 52.78%), aunque por detrás del 2015 (25 de 36, 69.44%). En 2019, cinco de los seis equipos vieron a un equipo perder sus tres partidos; en 2023, solo 4 de 8.
Pase como pase, está garantizado que se hará historia para varios equipos. Seis de los 16 equipos podrían llegar por primera vez a los cuartos de final (Suiza, España, Sudáfrica, Marruecos, Colombia y Jamaica), garantizado al menos uno, porque las helvéticas se miden a La Roja en el primer partido de cuartos. Más aún: en la parte baja del cuadro, está garantizado un finalista nuevo, sea quien sea. Y hay elevadas opciones de que tengamos a las quintas campeonas, porque las tres previas ganadoras que siguen con vida (Alemania es la cuarta) están en la misma llave: Japón se mide a Noruega en octavos y quien gane se podría cruzar con Estados Unidos en cuartos.