La FIFA quiere dar un golpe sobre la mesa en cuanto al apoyo al fútbol femenil al revelar el pago que recibirán las jugadores que participen en la próxima Copa del Mundo, una decisión que surge tras las críticas por la diferencia de salarios que suelen tener entre los hombres y las mujeres que participan en este deporte a nivel profesional.
El organismo que dirige Gianni Infantino está convencido de que el fútbol femenil tiene que ser impulsado para colocarlo como uno de los intereses de las nuevas audiencias que para el torneo que comienza este 20 de julio y que acaba el próximo 20 de agosto, las jugadoras tendrán un cheque sustancial de $30 mil dólares sólo por participar y de ganar el trofeo podrán recibir un premio de $270 mil dólares.
La FIFA prevé que el Mundial que organizarán Australia y Nueva Zelanda tendrá un total de 732 jugadoras, quienes podrán tener en sus manos los $30 mil dólares sólo por participar en el torneo sin importar los resultados de cada uno de los partidos en los que se encuentren, así jueguen o se queden en la banca.
Esto quiere decir que la mitad del presupuesto de los $110 millones de dólares que puso la FIFA tendrán que destinarse sólo a pagar los premios de las jugadoras que estén inscritas para la Copa del Mundo, El organismo rector presumió que es la primera vez que garantizan el pago para un torneo de esta magnitud para sus jugadoras.
El organismo que preside Gianni Infantino puso manos a la obra desde que la FIPRO. el sindicato de jugadores había solicitado que al menos el 30% del presupuesto fuera dirigido a las arcas de las jugadoras con miras a la profesionalización del futbol femenil. La FIFA dará $10.5 millones de dólares a quienes tengan la dicha de alzar el título,
Esto significa que en total habrá $152 millones de dólares en pagos cuando hace cuatro años apenas habían dado la tercera parte, puesto que antes del torneo también habían asignado dinero para que cada equipo se preparara para el torneo con $30.7 millones de dólares.
Con la intención de que las jugadoras no tuviesen problemas con sus clubes, la FIFA decidió pagarles a los equipos de cada una de las jugadoras para poder tener los servicios de ellas en la Copa del Mundo, así que el órgano rector dispuso un fondo de $11.5 millones de dólares para poder cumplir con dicho objetivo.