El árbitro polaco Szymon Marciniak se disculpó el viernes por hablar en un evento de negocios ligado a un político de ultra-derecha y lo confirmaron para oficiar la final de Liga de Campeones el próximo fin de semana.
El nombramiento de Marciniak para oficiar el encuentro entre el Manchester City y el Inter de Milán el 10 de junio, 10 meses después de que ofició la final del Mundial de Qatar, estaba en riesgo el jueves después de que un grupo contra el racismo en Varsovia alertó a la UEFA que el árbitro apareció en una conferencia esta semana.
El organismo rector del fútbol europeo aceptó “las sinceras disculpas y clarificación” de Marciniak después de que el grupo anti-racismo Nunca Más pidió que lo dejaran fuera.
“Quiero expresar mi más sincera disculpas por estar involucrado y por la angustia y daño que pude haber causado”, publicó Marciniak en un comunicado que publicó la UEFA y agregó que “lo engañaron fuertemente y no estaba al tanto” de la relación con Slawomir Mentzen, líder polaco de extrema derecha.
“No tenía conocimiento de que (la conferencia) estaba asociada al movimiento de extrema derecha polaco. Si hubiera sido consciente del hecho hubiera rechazado categóricamente la invitación”.
La UEFA indicó que Nunca Más aceptó la disculpa y Marciniak y “aseguró que removerlo perjudicaría la promoción de la anti-discriminación”.
Marciniak es considerado el mejor árbitro del mundo y apoyó el viernes al gobierno polaco después de que la UEFA consideró darlo de baja para el encuentro en Estambul. Medios polacos reportaron que Marciniak fue dado de baja, pero que lograron restaurarlo.
El jueves Marciniak dio que “nunca apoyó o legitimó ningún partido político, organización o individuo.
Pero ni en la publicación en Instagram o en su comunicado anterior a Nunca Más ofreció una disculpa o reconoció que tuvo un posible error de juicio.
Mentzen es líder del partido populista Konfederacja (Confederación), que ha sido acusado de promover puntos de vista antisemitas, sexistas y homofóbicos. Posteriormente en redes sociales elogió a Marciniak por ser un destacado orador en el evento.
La UEFA enfatizó el jueves en un comunicado que “toda la comunidad del fútbol repudia los ‘valores’ promovidos por el grupo en cuestión y toma muy en serio estas acusaciones”.
La red Fare, que se encuentra en Londres y que ayuda a identificar incidentes de racismo y discriminación en el fútbol internacional, agradeció la rápida intervención de la UEFA y la disculpa del árbitro.
Marciniak, de 42 años, dirigió en los Mundiales de 2022 y 2018, así como en la Eurocopa de 2016. Se perdió la Euro de 2020, mientras se recuperaba de una complicación cardíaca a raíz de contraer COVID-19.