La primera semifinal de la Champions llega al entretiempo igualada 1-1. Manchester City y Real Madrid salen del Bernabéu con igualdad. Para ir a la final de Estambul, tendrán que ganar en Inglaterra.
La final adelantada, con el perdón del Derbi della Madonnina, dejó todo para la vuelta en un partido en que llegaron dos goles de fuera del área, algo no muy habitual en los principios del guardiolismo, y que llegaron cuando el rival era mejor. Así es el fútbol.
El partido fue lo que se esperaba. El City con el balón (casi 70% en la primera mitad), dominando las acciones en el primero de cuatro actos, con el Madrid empeñado en que Haaland no incrementara su cuota goleadora. Objetivo conseguido. Y al medio tiempo lo ganaban, cortesía de Vinicius.
El brasileño adelantó al equipo blanco a 10 minutos de ir a vestidores, en un gol anti tiki-taka. Modric lo comenzó con una pared de tres dedos, a la altura del área del Madrid, que dejó medio campo libre para la carrera de Camavinga, lateral de nueva cuenta por las bajas de Mendy y Militao. El francés cedió a Vinicius y el brasileño le pegó de fuera del área, superando a Ederson.
En ese momento, habrá quien dijera que Vinicius superaba a Haaland, pero la realidad era que Courtois mejoraba por mucho la actuación de Ederson, porque el meta del City no pudo y el belga estaba como en camino a la 14.
Al medio tiempo, mejoró el Real Madrid. Comenzó a tener más la pelota y hubo acción en ambas áreas. Courtois salvó un par más, incluyendo una a De Bruyne, pero luego Kevin superó a su compatriota con otro fierrazo de fuera del área.
El City se conformó con el empate. El Madrid buscó la épica como en 2022, pero no la encontró. En defensa de Ederson, hizo un atajadón al 90′ a tiro de Tchouameni que salvó la plana, de momento. El boleto a Estambul se definirá el 8 días en el Estadio de la Ciudad de Mánchester.