Kevin De Bruyne pudo alzar por primera vez con el Manchester City, una Champions League, pero el centrocampista no fue un factor determinante porque tuvo que salir del terreno de juego durante la primera media hora por una lesión que sufrió al tratar de disputar un balón.
Pese a que todavía no existe un reporte médico, el rubio de 31 años aseguró que sus problemas están relacionados con el isquiotibial, así que el mismo jugador mostró cierta felicidad combinada con su preocupación porque no sabe la gravedad de los problemas físicos que lo obligaron a abandonar el terreno de juego cuando el Inter crecía poco a poco dentro del trámite.
“Han sido dos meses muy duros, con muchos problemas con el isquiotibial. Es una pena, porque me sentí bien durante media hora, pero lo importante es que el equipo es suficientemente bueno y ganamos”, declaró Kevin De Bruyne para las cámaras de BT Sport.
No es la primera vez que el centrocampista deja el campo en una final de Champions League, puesto que hace dos años tuvo que abandonar el césped por un golpe fuerte que sufrió ante Rudiger, el jugador del Chelsea que se interpuso en su camino en un infortuito choque que provocó que el belga saliera mareado.
“Es increíble, hemos trabajado muchos años para esto. Esto es historia para este club. Nos lo merecemos, no hemos perdido en esta Champions. No ha sido el mejor partido, pero así son las finales y ahora toca disfrutar. El triplete es algo inmenso, porque hay que jugar muchos partidos y tener un nivel muy alto”, señaló Kevin De Bruyne sobre su felicidad de tener el máximo torneo de Europa.
El jugador de la Selección de Bélgica al menos puede presumir que forma parte del equipo que acabó con la maldición de no poder ganar la Champions League, pues tardaron al menos siete años desde que apostaron con millones obtener la ‘Orejona’.