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Alemania fue abucheada por su público local el sábado después de perder 4-1 en casa ante Japón, lo que ejerció aún más presión sobre el entrenador, Hansi Flick, a nueve meses de ser anfitrión de la Eurocopa.
La defensa alemana permitió a Japón una serie de oportunidades en el contra y el resultado resalta la falta de progreso desde que una derrota por 2-1 ante Japón jugó un papel clave en la eliminación de Alemania de la Copa Mundial del año pasado en la fase de grupos. El equipo de Flick no ha ganado ninguno de sus últimos cinco partidos.
Japón apuntó al lateral izquierdo alemán Nico Schlotterbeck desde el principio. Un centro raso en el minuto 12 permitió a Junya Ito marcar con un disparo que pareció desviarse en Antonio Rüdiger.
Alemania respondió cuando Florian Wirtz encontró a Leroy Sané en el espacio para anotar, pero concedió de nuevo casi de inmediato cuando Ayase Ueda remató otra jugada que incluyó un centro desde la derecha.
Flick intentó cambiar las cosas en la segunda mitad, introduciendo al centrocampista del Brighton Pascal Gross en su debut y dándole un partido a Thomas Müller por primera vez desde la Copa del Mundo. Ninguno de los cambios tuvo mucho efecto y, en cambio, Japón tomó el control total.
Takuma Asano surgió detrás de la defensa para anotar el tercer gol a los 90 y Ao Tanaka añadió otro en el tiempo de descuento cuando se quedó desmarcado tras un cabezazo.
La presión ha aumentado sobre Flick no sólo por la mala forma de Alemania (tres victorias en 11 partidos en los 12 meses anteriores) sino también por el lanzamiento esta semana de una serie documental sobre la mala campaña de la Copa Mundial del año pasado.
La serie de Amazon mostró a Flick luchando por conectarse con su equipo y quejándose de la falta de apoyo en casa. Incluso mientras los medios especulaban sobre posibles sucesores, Flick dijo a la televisión alemana el viernes que no temía por su puesto.