La quinta edición del Clásico Mundial de Béisbol se consolidó como un fenómeno global, rompiendo los récords de asistencia y ratings de televisión en la historia de la competición. La selección japonesa se quedó con su tercer título de la categoría, tras dos semanas que regalaron momentos inolvidables a los fanáticos del rey de los deportes.
La presencia de grandes estrellas, representando a su país en el máximo nivel atrajo a 1,306,414 aficionados a los estadios en Tokio, Taiwán, Phoenix, y Miami. Esta cifra representa una elevación del 20% en comparación a la última edición en 2017.
Desde la fase de grupos se impusieron marcas históricas de televisión. El partido entre el eventual campeón Japón y Corea del Sur tuvo un rating de 44.4, el más alto para un partido de Clásico Mundial. En total el duelo entre las potencias asiáticas acumuló 70 millones de vistas. Esta cifra que supera a la Serie Mundial de 2022 por 68 millones.
En promedio, 2.7 millones de personas sintonizaron las semifinales en Estados Unidos exclusivamente, por los canales de Fox Sports. El incremento comparado con 2017 es de 96% para esa etapa del torneo.
En total, se calcula que los ingresos generados durante las dos semanas, rondan entre los 90 y 100 millones de dólares.
El único aspecto negativo que los aficionados reclamaron al Clásico Mundial, fueron las lesiones a largo plazo. Algunas estrellas de la MLB se perderán la actividad de inicio de la nueva campaña. Edwin Díaz de los Mets y Jose Altuve de los Astros son las bajas mas importantes para los candidatos al título.
A pesar de ese riesgo, el interés global por el deporte, y la pasión de los jugadores por representar a su nación mantendrán vivo el crecimiento del Clásico Mundial que ya fue confirmado para 2026.
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