Yair Rodríguez se siente feliz por haber conseguido el cetro interino de las 145 libras del UFC, sin embargo, no se conforma con eso, pues sabe que aún falta dar el paso definitivo cuando se enfrente a Alexander Volkanovski por la unificación del título pluma.
“Significa muchísimo. Yo entiendo la situación en la que estoy yo y los campeones indiscutidos, Brandon (Moreno) y Alexa (Grasso) y el mío es interino. No le quito el valor que tiene porque me ha costado mucho trabajo, pero sé que aún hay trabajo por hacer. No me quedo en esto. Me siento bien que me hagan parte de esto y es un cinturón al fin de cuentas, pero voy por más. No estoy 100% satisfecho. Aunque estoy contento, pleno, lleno y he cumplido promesas con esto que tengo…falta. Para mí no es todo, yo voy por el campeonato indiscutido“, le dijo en exclusiva a Claro Sports.
Yair Rodríguez: Campeón interino de UFC
En estos momentos la categoría de 145 libras es una de las que mayor calidad tiene en el UFC, es por ello que dar ese último salto es muy importante para el “Pantera”.
“Un brinco enorme que di en mi carrera fue cuando me enfrenté a Max Holloway. También uno de los mejores de la historia. Me enfrenté a Frankie Edgar, a BJ Penn, he enfrentado a leyendas del deporte. Siempre me ha gustado eso, probarme contra lo mejor de lo mejor, ¿sino para qué estoy aquí? Esto es para una meta personal, y obviamente otras cosas involucradas. Es precisamente eso, querer ver que tan lejos puedo llegar. Quiero ver qué tanto da mi cuerpo y mi potencial para lograr los objetivos que otras personas han logrado, y si ellos pueden, ¿por qué yo no? Tengo la misma habilidad, quizá más. Se puede”, afirmó.
El fajín que posee en estos momentos el peleador mexicano es producto de una década de trabajo, cuando se enroló en el primer programa de desarrollo del UFC para Latinoamérica, desde entonces su familia siempre estuvo detrás de él acompañándole en su sueño.
“Me lo había imaginado. No sabía cómo iba a ser. Me puse muy contento porque significa una de las metas que tenía en mi vida realizada, y sabía lo que significaba para mi familia, para mis padres. Ya no podía esperar para abrazarlos. Y todo se da muy natural, abrazo a mi hermano, a mi papá y le robo el sombrero y a mi mamá también. Fue un momento muy especial, pero hubo más. Tuve la oportunidad de estar con ellos, compartir el backstage con ellos muy cerca, vieron cómo funcionaba todo detrás de cámaras y muy contento de lograr una meta que se ha forjado desde hace mucho tiempo y vamos por más”, dijo.
Yair Rodríguez aún recuerda cómo vivió le momento en el que se hizo de la victoria gracias a una sumisión a través de un triángulo.
“Lo estuve practicando. Estuve entrenando con Enrique ‘Baby Bull’ González. Cuando hacía el triángulo me decía que no sentía que entrar bien, porque no estaba haciendo el ajuste de meter la mano abajo de la rodilla, apretar por ahí y jalar la cabeza. Recordé ese ajuste que aprendí en una pelea que tuve en Monterrey. Ese ajuste lo aprendí el día de la pelea y pensé en aplicarlo cuando se diera la situación. Esta fue la oportunidad, hice el ajuste, apreté la cabeza, lo traje hacia mi y fue lo que llevó a que Josh Emmett se rindiera”, finalizó.
Por Alfredo Bush y Rodrigo del Campo