El expresidente Donald Trump abordó el lunes su avión privado en Florida y partió hacia Nueva York para su fichaje y lectura de cargos, mientras la ciudad más grande del país intensificaba sus medidas de seguridad y advertía a potenciales agitadores que “este no es jardín para su enojo mal encauzado”.
Su viaje en automóvil desde su mansión Mar-a-Lago a su avión privado —un Boeing 757 rojo, azul y blanco con la palabra “TRUMP” pintada en letras doradas— fue transmitido en vivo por la televisión nacional y pasó al lado de grupos de partidarios agolpados al lado de la carretera que le gritaban vivas. Trump y sus simpatizantes consideran que el caso en su contra, basado en pagos a personas para asegurar su silencio durante la campaña electoral de 2016, tiene fines políticos.
La situación era muy distinta en Nueva York, la ciudad donde Trump se hizo famoso en el sector de bienes raíces y programas de entretenimiento, pero donde se volvió sumamente impopular a partir de su incursión en la política.
Su regreso a la ciudad marca el inicio de un capítulo inédito en la historia estadounidense, pues Trump es el primer expresidente en enfrentar cargos penales, y eso en medio de una tercera campaña para la Casa Blanca. Una serie de eventos legales, políticos y culturales están coincidiendo de manera sin precedente.
Trump planeaba pasar la noche en Trump Tower y entregarse a las autoridades el martes para su fichaje y probable lectura de cargos en la tarde. Hasta el momento, las autoridades no han percibido un ingreso masivo de personas a la ciudad, como sí ocurrió en Washington poco antes del asalto al Capitolio ocurrido el 6 de enero de 2021.
Aun así, las autoridades le recordaron a la ciudadanía que el porte de armas en ciertas partes de la ciudad, inclusive cerca de tribunales, es un delito.
“Si bien es posible que algunos alborotadores lleguen mañana a nuestra ciudad, nuestro mensaje es claro y simple: contrólense”, declaró el alcalde Eric Adams. “La Ciudad de Nueva York es nuestro hogar, este no es jardín para su enojo mal encauzado. Somos la ciudad grande más segura del país porque en la Ciudad de Nueva York respetamos las leyes”.
La Trump Tower estaba abierta el lunes, pero las autoridades planeaban cerrar las calles aledañas para los momentos en que Trump entrara o saliera, además de otras medidas de seguridad. Han tomado medidas para cerrar el acceso al tribunal donde el expresidente deberá comparecer para su lectura de cargos el martes en la tarde.