Elena Rybakina levantó su primer título de WTA 1000 en Indian Wells, tras ganar la final en sets corridos a Aryna Sabalenka. La kazaja de 23 años ha destacado en los torneos importantes, postulándose como una de las candidatas a destruir la hegemonia de Iga Swiatek en la cima del ranking.
Rybakina irrumpió en lo más alto del deporte blanco tras coronarse en Wimbledon en 2022. Entrando al torneo como la sembrada 17 se convirtió en la segunda jugadora más baja en el ranking en ganar el Grand Slam inglés. En 2023 ha tenido un inicio de campaña a la altura de las grandes jugadoras de la WTA.
En el Australian Open dejó claro que no fue suerte lo que sucedió en Wimbledon. La kazaja llegó a la final, dejando a 3 jugadoras mejor sembradas en el camino, incluyendo a Iga Swiatek, la clara favorita al campeonato. En Indian Wells, se volvió a cruzar con la polaca. Rybakina reacerto la dominancia, ganando en sets corridos de 6-2. En el partido por el título, aprovechó la oportunidad de revancha contra Sabalenka, la campeona del primer slam del año.
Su primer trofeo de 1000 puntos, la ingresó por primera vez al top 10 del ranking. Su actuación en los torneos grandes, la apuntan como la favorita a derrocar a la actual líder, a quien ya derrotó dos veces en 2023.
Swiatek cerró el 2022 como reina del tenis, doblegando los puntos de su más cercana competidora en la lista de mejores jugadoras. La polaca consiguió dos títulos de Grand Slam en Francia y Estados Unidos, y disfrutó una racha de 37 partidos con victoria de la cual sacó 6 campeonatos importantes.
La de 21 años mantiene una ventaja dominante, y no se va a quedar de brazos cruzados. En Australia empató su mejor registro histórico, y repitió el título del abierto de Doha.
El tenis femenil ha carecido de rivales constantes que puedan mantener el nivel más alto durante una temporada. Esta condición ha permitido la gran separación que existe en la punta del ranking y la poca diferencia de puntos entre el resto de las mejores 10. Los frecuentes altibajos de jugadoras como Maria Sakkari, Ons Jabeur, y Paula Badosa, apuntan a Rybakina y su capacidad de lidiar con la presión de los grandes torneos, como la elegida para hacerse la siguiente grande de la WTA.