Novak Djokovic e Iga Swiatek certificaron el miércoles victorias en sets corridos para avanzar a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos. No sólo tuvieron que batallar con sus oponentes. Les tocó lidiar con la jornada de más calor — 29 grados Celsius (85 F) — y humedad en lo que va del torneo.
“Para esto entrenamos varias horas al días en condiciones de calor y humedad, para poder estar preparados para cualquier cosa que te puedes encontrar en la pista”, dijo Djokovic tras deshacerse 6-4, 6-1, 6-1 del español Bernabé Zapata, el 76to del mundo, en el estadio Arthur Ashe. “Siento que puedo jugar mejor todavía”.
“Mi hambre sigue intacta”, añadió el astro serbio de 36 años, cuyo cúmulo de 23 títulos de Grand Slam constituyen el récord absoluto en el tenis masculino. “Aún lo conservo”.
Swiatek, la polaca que defiende el título y que lleva 74 semanas consecutivas como la número uno del ranking femenino, despachó 6-3, 6-4 a Daria Saville, una australiana que se encuentra en el 322do puesto en el escalafón.
TSITSIPAS, SE VA TEMPRANO OTRA VEZ
En la mayor sorpresa de la jornada, el griego y séptimo preclasificado Stefanos Tsitsipas capituló en la segunda ronda al caer 7-5, 6-7 (2), 6-7 (5) 7-6 (6), 6-3 frente a Dominic Stricker, un suizo que superó la fase clasificatoria e inició la semana como en la 128va plaza del ranking.
Al cabo de cuatro horas con una derecha ganadora que picó en la línea de fondo, Stricker alzó los brazos y se tiró de espaldas para celebrar su primera victoria ante un jugador del Top 10 en apenas su tercera presentación en el cuadro principal de un Slam.
“Estoy sumamente feliz ahora mismo”, dijo Stricker. “Me sentí muy bien desde el primer set”.
Tsitsipas, finalista en el Abierto de Australia y Roland Garros, nunca ha podido ir más allá de la tercera ronda en Flushing Meadows. Se convirtió en el preclasificado más alto en despedirse luego que el danés Holger Rune (4to) sucumbió ante el español Roberto Carballés Baena en la primera ronda.
“Hoy he sufrido con mi movimiento”, dijo Tsitsipas. “No fue bueno en absoluto. Estaba fuera de equilibrio”.