Tras una semana de drama por la falta de contratos para los corredores, el martes por la mañana llegó la noticia de que los Giants y Saquon Barkley acordaron un nuevo contrato para la temporada 2023, lleno de incentivos que lucen difíciles de conseguir.
Barkley y los Giants no llegaron a un acuerdo de renovación a largo plazo e iba a jugar bajo la etiqueta de jugador franquicia, pero ahora lo hará con un contrato de 1 año y $10.1 millones garantizados, con un bono de 2 millones y los incentivos para casi otro millón, y tampoco tiene una cláusula que impida que le pongan de nuevo la designación en 2024. Realmente lo único que acordaron es los bonos extra y lucen difíciles de alcanzar, pero da paz laboral porque el jugador amenazaba con no estar en el campo de entrenamiento.
A primera, no lo parecieran: 1,300 yardas por tierra, 11 touchdowns terrestres, 65 recepciones y llegar a los Playoffs. El primero y el último los logró en 2022 (por 2 yardas y una temporada de 9-7-1), pero no se proyecta que lo consiga ya que su línea de apuestas por yardas terrestres es de 1,100 (solo cuatro corredores superaron las 1,300 en 2022), tuvo apenas 57 recepciones el año pasado (también solo cuatro superaron las 65) y 10 touchdowns por tierra (7 corredores tuvieron 11), además de que Nueva York tiene 37% de opciones de llegar a los Playoffs, según los momios de las apuestas.
Barkley fue elegido con la segunda selección global del Draft del 2018. Jugó el 2022 bajo su opción de quinto año del contrato de novato y para que no fuera agente libre, le pusieron la etiqueta de jugador franquicia de 10.1 millones garantizados, pero sin estabilidad a largo plazo, comenzando a rodar cuesta abajo la bola de nieve del menosprecio (justificado) de la posición.
En su carrera de 5 años, Barkley acumula 4,249 yardas y 29 anotaciones por tierra, con 247 recepciones para 1,820 yardas y 8 touchdowns en el juego aéreo. La única temporada que jugó todos los partidos fue en 2018, ganando el Novato del Año al ser el líder de la liga con 2,028 yardas desde la línea de golpeo y 15 anotaciones totales. Se perdió 21 de los siguientes 49 encuentros por diversas lesiones. En 2022, con el nuevo entrenador Brian Daboll, fue pieza clave de la sorpresiva temporada de los Giants.