- Previa AFC Norte: Steelers, Browns, Bengals y Ravens
- Previa AFC Este: Patriots, Bills, Jets y Dolphins
- Previa AFC Sur: Colts, Jaguars, Texans y Titans
- Previa AFC Oeste: Raiders, Chiefs, Chargers y Broncos
- Previa NFC Este: Cowboys, Giants, Eagles y Commanders
- Previa NFC Norte: Packers, Vikings, Lions y Bears
Día 7 de la previa de Claro Sports de cara al inicio de la temporada 2023 de la NFL. El penúltimo, a par de días de que Chiefs y Lions den la patada de salida a la temporada.
Toca el turno de la División Sur de la Conferencia Nacional. Un sector muchas veces olvidado por la mayoría de los aficionados, al no tener equipos históricos y que pinta que no tendrá contendientes este año tras el adiós definitivo de Tom Brady, pero que abre la puerta para el resto de los equipos.
Atlanta Falcons
La peculiar aplanadora terrestre de 2022: Arthur Smith no deja atrás sus raíces de los Titans y, pese a que Atlanta era pronosticado como uno de los peores antes de la temporada pasada, acabaron 7-10 gracias a un ataque muy terrestre. Fueron el equipo que menos lanzó en primer down (35%) pese a que las defensas esperaban que corrieran al tener a 7 o más jugadores en la caja. Usaban mucho la formación pistol, pese a que eso da unas fracciones de segundo más a que la defensa cierre huecos. Aún con todo, Atlanta ganó el golpe. Sus corredores ganaron al menos 5 yardas en 42% de acarreos, los mejores en la liga. Se espera más de lo mismo en 2023 tras elegir a Bijan Robinson en el Draft. Desmond Ridder es el QB, quizá el menos laureado de los titulares, pero si da un salto en su Año 2, cuidado… y podría hacerlo.
Los Falcons fueron mejores que lo que muchos recuerdan: Atlanta y Houston comenzaron el 2022 proyectados a ganar 4.5 partidos, los peores de la liga. Los Texans ‘cumplieron’, pero los Falcons superaron las expectativas y acabaron 7-10, a un juego del liderato divisional. Lo más extraño: solo un partido lo perdieron por más de una posesión, empatados con Bills y Chiefs como los equipos que disputaron más juegos de margen de 8 puntos. Atlanta estuvo al nivel de dos contendientes pese a que limpiaron cuentas el año pasado, al pagar 84 millones a Matt Ryan, Julio Jones, Deion Jones, Dante Fowler y otros tantos por jugar en otro lado. Su cuenta de dead cap total fue mayor a lo que costó su ofensiva (64 millones) o defensiva (48). Y casi llegan a Playoffs.
Abrieron la chequera para 2023: el equipo se dio cuenta que dieron un paso al frente y con Ridder, un QB elegido fuera de la primera ronda, hay mucha plata disponible. A gastarla. Llegaron Jessie Bates, Jeff Okudah y Mike Hughes para reforzar al peor perímetro de la liga (aunque el primer mes fue bueno), que debería ayudar a que A.J. Terrell recupere el nivel. Bud Dupree, Calais Campbell y David Onyemata llegan para intentar dar vida a un equipo que parece que nunca ha sido bueno en presión al QB rival. Jonnu Smith llega para poder usar más formaciones de doble ala cerrada, junto a Kyle Pitts. Trajeron un buen QB suplente en Taylor Heinicke. Retuvieron a la línea ofensiva arrolladora. Este equipo definitivamente ha mejorado el talento. El calendario y la división no son complicados. Cuidado con Atlanta.
Carolina Panthers
Las cosas positivas de 2022: Carolina fue el primer equipo en despedir a su coach el año pasado. Luego cambiaron a Baker Mayfield y Christian McCaffrey, pero de alguna manera, estuvieron a 15 minutos de ganar la división, pero sus córners suplentes no pudieron contener a Tom Brady y Mike Evans. Su resurgir tuvo que ver con una sólida defensiva, con un nuevo enfoque en el juego terrestre y a que Sam Darnold no arriesgó de más el balón.
Se acabó el carrusel de mariscales veteranos de segunda línea: David Tepper compró a los Panthers en 2018. Ese año, Cam Newton se lesionó el hombro en Pittsburgh y nunca fue el mismo, iniciando una puerta giratoria de mariscales en Carolina. Desde el 2020 intentaron ir por varias estrellas (Deshaun Watson, Matthew Stafford y Russell Wilson), pero se fueron con las manos vacías. En el Draft, dejaron pasar a Jordan Love, Jalen Hurts, Justin Fields, Mac Jones y Kenny Pickett; tampoco tiraron del gatillo para subir y elegir a Justin Herbert o Tua Tagovailoa, optando por elegir a Derrick Brown, Ikem Ekwonu, Jaycee Horn, Yetur Gross-Matos y Terrace Marshall Jr. Para colmo de males, sí hicieron cambios y usaron selecciones de segunda, tercera, dos de cuarta, una quinta y una sexta para tener en 2022 un grupo de mariscales de Sam Darnold, Baker Mayfield y Matt Corral, ninguno ya en el equipo en 2023. Desde el 2018 han usado ocho mariscales (Cam , Taylor Heinicke, Kyle Allen, Will Grier, Teddy Bridgewater, P.J. Walker, Darnold y Baker). Entendible que dijeran ‘no más’ e hicieran todo lo posible para elegir a Bryce Young, aunque no todo será un camino de rosas de inicio, con más incógnitas por lo mal que se vio la línea ofensiva en la pretemporada y las dudas por el ligero físico de Young.
Esperen problemas de inicio: Frank Reich es el nuevo entrenador de Carolina, tras ser despedido en Indianapolis, otro equipo de puerta giratoria de mariscales veteranos de segunda línea. Sus equipos suelen sufrir al inicio del año (tres victorias en las primeras dos semanas en sus cinco años como entrenador, 10-14-1 de la semana 1 a la 5) y luego recomponen (31-21-0 de la semana 6 en adelante). Reich no entrena un QB novato desde 2016, en Carson Wentz. Philly acabó 7-9 ese año, pero al siguiente llegaro al Super Bowl. Los mariscales novatos suelen tardar en despegar (los últimos cinco años, tienen marca de 10-29 las primeras cuatro semanas, pero 59-69 de la semana 11 al final del año) y el primer año no es el mejor (35.9% de ganados los últimos 10 años). A eso le sumamos que usaron a D.J. Moore como parte del cambio para elegir a Bryce y no hay muchas armas en ofensiva.
New Orleans Saints
Esta ya no es la ofensiva de los años mozos de Sean Payton y Drew Brees: el Año 1 sin Sean Payton fue un golpe de realidad fuerte. La Era Brees está enterrada. En resumen, no pudieron pasar ni correr, en parte porque los rivales no les respetaban los pases largos y podían atascar la caja ante una línea parchadísima y con un Alvin Kamara que nunca ha sido el más virtuoso cuando el rival espera carrera. Llega ahora Derek Carr a intentar revivir el ataque, pero viene de un año en que empeoró la mayoría de sus registros en Raiders (pueden leer más de eso en la previa de la AFC Oeste), que lanzó todavía peor en pases profundos que Andy Dalton. Una posible salvación es que los Saints no tienen muchos receptores, así que podrían seguir siendo uno de los equipos que más usen dos ala cerrada, en lo que Carr luce mejor que con tres receptores en campo.
Dennis Allen es un problema: Nueva Orleans eligió a su coordinador ofensivo como sucesor de Payton. Tenía experiencia previa de dos años y medio en Raiders, con marca de 8-28, nunca ganando más de cuatro partidos. Digamos que hay personas que son mejores coordinadores que entrenadores en jefe y Allen pinta ser uno de esos, porque es en extremo conservador (nadie pateó más en 4&1) y tiene la filosofía de muchos coaches del lado defensivo, de jugar con extrema precaución y tratar de que te lo gane la defensa. La ofensiva se movía a ritmo glacial y omitían ‘maquillar’ con hombres en movimiento o engaños de carrera, pese a que daba mucho mejores resultados que llegar a la línea y centrar de una buen vez.
Son los favoritos en la NFC Sur. ¿Deberían serlo? Los Saints tienen dudas del cuerpo de receptores, la línea ofensiva, un nuevo QB, el esquema ofensivo, el perder muchos titulares al finalmente tener que pagar las cuentas de ir ‘all in’ (Terron Armstead y Marcus Williams el año pasado, este se fueron Marcus Davenport, David Onyemata, Shy Tuttle, Jarvis Landry, P.J. Williams, Adam Trautman, Daniel Sorensen, Chris Harris Jr. y Marquez Callaway) y otros están entrando a los 30 o se acercan peligrosamente (Michael Thomas, Cam Jordan, Tyrann Mathieu, el suspendido Alvin Kamara). Tampoco podemos olvidar que se fueron 7-10 en 2022, venciendo a los Falcons en una milagrosa remontada en la semana 1, a los Rams cuando se lesionó Stafford, a los Raiders de Carr, a los Eagles sin Hurts y con Minshew Hurtde QB, a Atlanta en la primera titularidad de Desmond Ridder, a Cleveland en una nevada airosa gracias a un pick de Watson. Su mejor victoria fue ante Seattle, gracias a un TD de 60 yardas de Taysom Hill.
¿Cómo es que son favoritos?
La razón es el calendario. Su división es horrenda y tienen claramente al mejor QB (bueno, menos malo o más experimentado). No se enfrentan a ninguno de los 5 máximos favoritos al Super Bowl, al cruzar con la AFC Sur y NFC Norte, lo que les da varios partidos ante los equipos proyectados a ser los peores de la liga. Por eso su total de triunfos es de 9.5, aunque en lo personal no correría a meterle dinero a que llegan a doble dígito de triunfos.
Tampa Bay Buccaneers
Baker Mayfield es el QB ideal para esta situación: el QB va por su cuarto equipo en tres años. En Cleveland, Carolina y Rams, tuvo marca de 8-16 las últimas dos temporadas. ¿Es el QB que quieres para ser el sucesor de Tom Brady? Sonará raro, pero sí. Es un equipo que aún con TB12, tuvo marca perdedora en 2022 y se maquilló por varios regresos milagros. Hay todavía algo de talento, pero el coacheo, aún sin Byron Leftwich de coordinador ofensivo, les mete el pie. Están con el agua al cuello contra el tope salarial. Difícilmente ibas a contender sin Brady, así que conviene un año de reestructuración, sanar cuentas (tienen 75 millones pendientes en jugadores que ya no están en el equipo) y pensar en el futuro, que podría ser Caleb Williams o Drake Maye. Y Baker te puede llevar a ello si mantiene su .333 de porcentaje de victorias y siendo el peor QB contra la línea de apuestas en los últimos año. Repito, es el ideal… para mediano y largo plazo, no para 2023.
Necesitan ayudar a Baker Mayfield: Baker no es el peor QB de la liga, pero no es uno que cubra las carencias de un equipo. Es capaz de ganar un juego de Playoffs de visitante, pero necesita un esquema favorable. En Cleveland en 2020 fue su mejor año, con un buen juego terrestre, usando muchos engaños de carrera y tratando de evitar situaciones obvias de pase. En Tampa Bay no tendrá una buena línea ofensiva ni juego terrestre. Todd Bowles es un entrenador que tiene un largo historial de ineficacia ofensiva, corriendo de más pese a no dar resultados. Brady era de los mejores mariscales evitando la presión, en parte por lanzar muy rápido; Baker es pésimo navegando la bolsa y se tarda más que el promedio. Esto tiene pinta de ser una catástrofe si no hay ajustes, algo que Bowles no hizo en 2022 y tampoco en sus épocas en los Jets.
La defensiva tampoco es la misma y el calendario es complicado de inicio: era esperable que cuando Brady se fuera, se iban a ir un puñado de jugadores que llegaron a la caza de un anillo. En defensa, no vuelven este año (Akiem HIcks, William Gholston, Rakeem Nunez-Roches, Sean Murphy-Bunting, Mike Edwards, Carl Nassib y Logan Ryan). Siguen teniendo a nombres reconocibles como Lavone David, Shaq Barrett y Devin White, pero los primeros dos ya tienen más de 30 y el segundo pidió un cambio, además de que es de los peores linebackers en cobertura. Hay algo de talento joven en la secundaria con Antoine Winfield Jr. y Jamel Dean, y poco más que estar presumiendo. La NFC Sur no es la división más complicada, pero van a medirse a los mariscales novatos tarde, ya que se hayan asentado. Se enfrentarán a los otros campeones divisionales. Tienen desventajas de descanso en todo el itinerario.