- Previa AFC Norte: Steelers, Browns, Bengals y Ravens
- Previa AFC Este: Patriots, Bills, Jets y Dolphins
- Previa AFC Sur: Colts, Jaguars, Texans y Titans
- Previa AFC Oeste: Raiders, Chiefs, Chargers y Broncos
Día 5 de la previa de Claro Sports de cara al inicio de la temporada 2023 de la NFL. Toda la semana hemos hablado de la Conferencia Americana, pero el viernes toca el turno de la división con dos de los principales candidatos de la Nacional, la NFC Este.
La división no repite campeón desde que los Eagles lo hicieran cuatro años seguidos, entre 2001 y 2004. Philadelphia buscará acabar esta racha, pero tiene en sus mayores rivales, los Cowboys, a uno de los principales rivales en la lucha por el Super Bowl.
Dallas Cowboys
¿La mejor oportunidad de llegar al Super Bowl desde 1995? Hay 6 equipos que no han jugado una final de conferencia en los últimos 27 años: Detroit, Washington, Miami, Houston, Cleveland y Dallas. Increíble lista para el ‘Equipo de América’, aunque este año puede ser su mejor oportunidad. Tienen talento top en múltiples posiciones (CeeDee Lamb, Zack Martin, Tyron Smith, Micah Parsons, Trevon Diggs) y la Conferencia Nacional está a la baja con la partida de Brees, Rodgers y Brady. A los Eagles casi les ganan con Cooper Rush de visitantes y remontaron (aunque contra el ‘Bigote Minshew) en Noche Buena. Tienen marca de 10-2 dentro de la división los últimos 2 años. El número 1 de la Nacional es factible.
Mike McCarthy y su pensamiento arcaico podría ser el tendón de Aquiles: 9 entrenadores en activo han ganado el Super Bowl. McCarthy es uno de ellos, pero hay señales alarmantes. No olvidemos que mintió a Jerry Jones sobre su preparación previo a llegar a Dallas, pero lo más preocupante es que va a llamar la ofensiva, rajando del ataque que tenía Kellen Moore. Salió a decir que necesitaban correr más para tener la defensiva fresca, que sería creíble de no ser porque fueron el cuarto que más corrió en primer down el año pasado (y décimo en total, siendo los que menos pasaban entre los 14 equipos que llegaron a Playoffs en 2022), pese a que los pases de Dak fueron mejores ahí. Donde tuvieron problemas fue en tercer down (7 de 15 intercepciones de Prescott fueron en tercera), que deberías tratar de evitar y eso suele darse si pasas más cuando no lo esperan. Tampoco olvidemos los múltiples castigos que les hundieron en 2021 o su casi récord de .500 de 2013 a 2018 en Green Bay, donde sus tendencias conservadores les costaron perder múltiples partidos pese a que eran el mejor equipo en los primeros periodos. Repetimos, ganó un Super Bowl, pero puede verse de otra forma, como que solo llegó a un Super Bowl en una década con Aaron Rodgers de QB. El coacheo no será una ventaja nunca en Dallas, por más talento que tengan.
No puedes esperar tener tanta suerte en pérdidas de balón y lesiones: Dallas lleva par de años siendo uno de los equipos con mejor salud y llevan dos años seguidos siendo líderes en robos de balón. Esas estadísticas rara vez se mantienen; de hecho, no había un líder en recuperaciones repetido desde la ‘Cortina de Acero’ de los 70 y nunca ha habido un tricampeón. Por más que llegue Stephon Gillmore, podrían dar un paso atrás en defensa, que no es perfecta: se les puede correr y atacar por el centro.
New York Giants
Brian Daboll merece una estatua por lo que hizo en 2022: los Giants eran quizá el equipo menos atractivo de las vacantes de entrenador del año pasado. Tenían quizá menos talento que nadie, le pagaban 53 millones a jugadores fuera del roster y por eso no tenían dinero para invertir en la agencia libre. Llevaban cinco años sin tener marca ganadora en ningún punto, pero llegó el ex coordinador ofensivo de los Bills y de inmediato ganaron en la semana 1, jugando la conversión de dos puntos del triunfo, y acabaron en los Playoffs pese a una gran cantidad de lesiones. Recuperaron a Daniel Jones. Coacheo. Llegaron a la ronda divisional. Coacheo, por si no quedó claro.
¿Daniel Jones mejoró realmente? Nueva York llegó a los Playoffs, pero hay algunas señales preocupantes. Fuera de la zona roja, su 2022 fue peor en EPA, success rate y hasta yardas por intento, además de que lanzó media yarda más corto en promedio. Fueron sextos en primer y segundo down, pero en tercera o cuarta, fue el QB42 de 47 en yardas por intento. Fueron el equipo con menos jugadas de 20 yardas o más. Tenían que jugar fútbol canadiense a toda costa o les costaba, más ante los equipos buenos (Philly les ganó 86-29 con sus titulares). Aportó mucho por tierra. No les quedaba de otra que darle el contrato grande, pero definitivamente no es uno de los mejores mariscales de la liga.
Tienen más talento que el año pasado… pero quizá no tengan tan buenos resultados porque se sostuvieron con pincitas: este año ya tuvieron dinero y firmaron varios veteranos interesantes como A’Shawn Robinson, Darren Waller y Bobby Okereke. Debería ayudar. Se vieron mejor en ofensiva en la pretemporada, pero todavía no han logrado sanas las cuentas y tener un roster redondeado. Hay huecos en línea ofensiva, linebackers y la secundaria. Los receptores parecieran tener media docena de internos y nadie externo. El tema de la eficiencia en zona roja podría empeorar ante un calendario más complicado. Van en buena dirección, pero este año quizá no se continúe la trayectoria ascendente.
Philadelphia Eagles
Que no te engañen, Philly es un equipo pasador: los Eagles llegaron al Super Bowl con la ofensiva #1 por tierra, con su famoso scrum en corto yardaje, pero la realidad es que Philadelphia fue un equipo pasador al inicio. Fueron los quintos que más pasaron en las primeras mitades, anotando 296 puntos (séptimos mejores en la historia) y ya no son la ofensiva de doble ala cerrada del Super Bowl con Doug Pederson y Nick Foles, sino que usaban tres receptores 76% del tiempo. Lanzaban a DeVonta Smith, A.J. Brown y Dallas Goedert, luego ponían el coche en neutral y llegaban planeando, dejando el famoso dato de que Hurts lanzó la misma cantidad de pases en el último cuarto (60) que Cooper Rush.
Jalen Hurts tiene bastante margen de mejora: su desarrollo ha sido notable, de ser considerado no apto para ser QB en la NFL, a ser quizá el mejor jugador del último Super Bowl. Pese a todo, tiene áreas de oportunidad muy marcadas. Tener la ventaja no es malo, pero maquillaba sus principales carencias bajo presión (del QB11 sin a QB35 con), fuera de la bolsa de protección (QB8 dentro a QB37 fuera), contra la zona (17 sacks contra solo 3 vs cobertura individual). Difícilmente este año lanzará apenas 22 veces en desventaja en la segunda mitad (irónicamente, Minshew tuvo más, con 31, al ir abajo ante Saints y Cowboys).
La resaca del campeón del Super Bowl: desde que se estableció la agencia libre en 1994, solo un equipo, los Patriots, ganaron el Super Bowl al año después de perderlo (LIII vs Rams tras caer en el LII ante Eagles y Nick Foles). Ya hablamos arriba de que la NFC Este tiene casi 20 años sin repetir campeón. Los problemas comienzan desde temprano: en los últimos 24 años, van 9-15 en la semana 1 (6-18 contra la línea de apuestas). Estos equipos suelen ver calendarios más complicados, tanto en rivales como en temas de descanso (la liga suele darles más partidos nocturnos). Los Eagles no serán la excepción y no olvidemos que el año pasado, solo Minnesota (semana 2) y Dallas (una contra Cooper Rush) fueron sus únicos rivales que ganaron 10 partidos o más.
Washington Commanders
¿Quién es Sam Howell? Washington va por su enésimo mariscal distinto. El experimento Carson Wentz fue un fracaso estrepitoso y ahora es turno de Howell, quien en 2021 era visto como primera ronda del Draft, pero cayó en su último año en North Carolina tras perder dos corredores y receptores al Draft. Fue tomado en la quinta ronda y jugó la semana 18, venciendo a los Cowboys pese a lanzar solo completar 11 pases. Tiene un perfil similar a Baker Mayfield, pero con mayor movilidad. Será el octavo mariscal de la Era Ron Rivera (Dwyane Haskins, Kyle Allen, Alex Smith, Ryan Fitzpatrick, Taylor Heinicke, Garrett Gilber, Carson Wentz).
La nueva ofensiva de Eric Bienemy: hay nuevo coordinador ofensivo, luego del despido de Scott Turner, quien no era tan malo, pero Wentz era incapaz de lanzar pases de más de cinco yardas, lo que le llevó a ser el equipo que más corría en las primeras mitades. Los Chiefs eran lo opuesto, eran los que más pasaban. Tienen par de buenas opciones, aunque Terry McLaurin se lesionó en pretemporada. La línea ofensiva deja mucho que desear y un tema con Bienemy es que, por más que le pedían que fuera head coach, los últimos años todos pasaron de él y no era el que llamaba la ofensiva de los Chiefs. La última vez que lo hizo, fue con la Universidad de Colorado entre 2011 y 2012; los tomó #66 en la NCAA, los dejó #106.
El síndrome del nuevo dueño: en la NBA y la NFL, cuando llega un nuevo dueño, suele querer a ‘su’ gente. Lo vimos en Carolina, con David Tepper despidiendo a Ron Rivera para traer al coach sensación de NCAA, Matt Rhule, y luego se fueron en banda buscando a cualquier QB. Ahora en Washington se dará esto con Josh Harris. Se hizo oficial la compra tarde, por lo que siguen los que están, pero podría ser el último año de Ron Rivera, que desde 2017 no tiene marca ganadora, y que en 2024 busquen un QB ajeno a Sam Howell, sea por el Draft o por algún veterano.