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Los Kansas City Chiefs iniciaron con el pie izquierdo la defensa del título, al caer 21-20 en casa ante los Detroit Lions el jueves por la noche. Una derrota no es el finl del mundo, pero al no contar con Travis Kelce, los campeones dejaron ver una grieta en su armadura que puede ser fatal: no tienen receptores confiables.
En el 2022, los Chiefs ganaron el Super Bowl y tuvieron la mejor ofensiva aerea de la liga aún cuando cambiaron a Tyreek Hill a Miami. No le extrañaron porque a la hora buena, Patrick Mahomes podía recurrir a Kelce o los espacios que el mejor ala cerrada de la historia genera. No tuvo ese lujo el jueves.
El jugador con más recepciones fue el corredor Isiah Pacheo, con 4. Nadie tuvo más de 50 yardas (48, de Marquez Valdes-Scantling). Seis receptores estuvieron en el campo y, lo peor, a la hora de la verdad, Kadarius Toney falló en par de jugadas, siendo abucheado por Arrowhead.
Kelce podría volver tan pronto como en la semana 2, pero los Chiefs deben de considerar reforzar el cuerpo de receptores. Quizá el novato Rashee Rice (3 recepciones, un touchdown) tenga más protagonismo, pero no sería mala idea buscar algún refuerzo, y hay varios veteranos que podrían estar con opciones de llegar, además de que los Chiefs no tienen tantos problemas contra el tope salarial (12 millones libres, según Spotrac), por lo que tendrían margen de maniobra para no tener que mandar tantas selecciones a cambio.
– Davante Adams, Raiders: quizá no esté tan contento en Las Vegas tras la mala temporada de 2022 y que el equipo no pinta a contender, además de que cambiaron al QB que le hizo llegar a Raiders, Derek Carr. Cuesta 14.74 millones contra el tope salarial en 2023. Un problema: dudo seriamente que los negro y plata quieran ayudar a un rival divisional. Por ello, nos enfocaremos en receptores de la NFC y de equipos que no sean contendientes.
– Mike Evans, Buccaneers: está en su último año de contrato. Es caro (23.7 millones), pero Tampa Bay difícilmente va a pelear por el anillo este año, así que podrían pensar en recuperar algo por Evans si la campaña inicia mal.
– Cooper Kupp, Rams: situación similar en cuanto a que el equipo no parece ser el mejor, aunque es junto a Stafford y a Aaron Donald, de lo poco rescatable que tiene el equipo. Cuenta 17.36 millones contra el tope salaria.
– Michael Thomas, Saints: lleva sin jugar buena parte de las últimas tres temporadas. Los Saints siempre necesitan respiro contra el tope salarial y también está en su último año de contrato. Cuenta 14.25 millones contra el tope salarial.
– Terry McLaurin, Commanders: Washington pinta a ser último en la NFC Este. Si eso se materializa, podrían tener nuevo entrenador y QB el próximo año. McLaurin no es ‘viejo’ (28 años), pero podría cruzar los 30 para los años buenos de un hipotético QB novato. No sería mala idea dejarle ir y no cuesta tan caro (11 millones). Puede irse tras 2024 y costar ‘solo’ 11.2 millones.
– Hollywood Brown, Cardinals: Arizona es el peor roster de la liga y quién sabe qué vaya a pasar con Kyler Murray, tanto si juega este año tras su lesión de rodilla, como si sigue si tienen un pick alto del Draft. 13.4 millones es su cuenta contra el tope salarial.