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El piloto de NASCAR, Ryan Preece, cuyo auto dio una docena de vueltas durante un aterrador accidente en el Daytona International Speedway, regresaba a casa unas 12 horas después de haber sido dado de alta del hospital el domingo.
Stewart-Haas Racing dijo que Preece regresaba a Carolina del Norte después de obtener la autorización de los médicos del Halifax Health Medical Center. El equipo dijo anteriormente que Preece estaba “despierto, alerta y móvil” y “se había estado comunicando con familiares y amigos”.
Preece, de 32 años, pudo salir de su Ford número 41 destrozado el sábado por la noche con ayuda antes de que los trabajadores de emergencia lo subieran a una camilla y lo subieran a una ambulancia. Inicialmente fue al centro de atención del cuadro de la pista antes de ser transportado a Halifax Health para permanecer en observación durante la noche.
Preece tuiteó aproximadamente dos horas después de la carrera, publicando: “Si quieres ser un piloto de carreras, será mejor que seas duro. … Estoy volviendo.”
Preece y su compañero de equipo en SHR, Chase Briscoe, hicieron contacto al salir de la curva 4, y el auto de Preece giró bruscamente a la izquierda y luego entró en un giro incontrolable tan pronto como se deslizó del asfalto al césped del cuadro. El coche se detuvo con los cuatro neumáticos, con algunos daños menores en la jaula antivuelco.
El hecho de que Preece pudiera salir con ayuda fue un testimonio del auto Next Gen de NASCAR, que se considera la versión más segura en sus 75 años de historia.
El accidente de Preece evocó los recuerdos del angustioso accidente de Ryan Newman en las 500 Millas de Daytona de 2020. Newman pudo salir caminando del hospital días después, otro testimonio de las mejoras en seguridad de NASCAR realizadas desde la muerte de Dale Earnhardt en la última vuelta de las 500 Millas de Daytona de 2001.