Un informe de la autopsia realizada a la atleta estadounidense, Tori Bowie, reveló que la causa de su muerte se debió a complicaciones durante la labor de parto de su embarazo de ocho meses.
Bowie, ganadora de tres medallas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, falleció el mes pasado. Tenía 32 años.
El reporte del forense en Orlando, Florida, menciona que Bowie tenía ocho meses de embarazo y hay indicios de que estaba pariendo cuando fue hallada sin vida el 2 de mayo.
Fue encontrada en la cama con posibles complicaciones como problemas respiratorios y eclampsia. El informe consiga que “la manera del deceso fue natural”.
De acuerdo con la policía del condado de Orange, los agentes respondieron a una llamada para que acudieran a una residencia a inicios de mayo para “saber del bienestar de una mujer de 30 años de la que no sabía nada en varios días”. Fue identificada después como Frentorish “Tori” Bowie.
El reporte de toxicología dio negativo y el informe de la autopsia mencionó un trastorno bipolar en la historia médica de Bowie.
Oriunda de Sandhill, Mississippi, Bowie incursionó en el atletismo siendo adolescente y rápidamente se destacó como velocista y saltadora de longitud. Estudió en la Universidad de Southern Mississippi, donde acaparó los títulos del salto largo en los campeonatos nacionales bajo techo y aire libre en 2011.
Bowie brilló en Río 2016, donde se llevó una presea de plata en los 100 y la de bronce en los 200. Acompañó a Tianna Bartoletta, Allyson Felix y English Gardner en la cuarteta 4×100 que conquistó la medalla de oro.
Un año después, se colgó la medalla de oro en los 100 metros del Mundial de atletismo en Londres.
Bowie fue adoptada de niña por su abuela tras ser abandonada en un orfanato. Se veía como una jugadora de baloncesto y a regañadientes le convencieron que probara con el atletismo. Pero aprendió rápidamente, ganando un campeonato en los 100, 200 y el salto largo antes de acudir a la universidad.