El primer vistazo que Scottie Scheffler tuvo de Royal Liverpool fue cortesía de un video. Con repeticiones de los dos últimos Abiertos Británicos que se disputaron en este lugar y lo que parecieron ser dos campos —Cuando Tiger Woods el césped era café en el 2006, cuando Rory McIlroy se lo llevó en el 2014 era verde.
Esta es la descripción de las últimas cinco semanas en Royal Liverpool.
Martin Slumbers, director ejecutivo de R&A, dijo estar entusiasmado después de que la onda de calor provocó que el campo de más de 100 años se secara, las condiciones más complicadas debido a lo mucho que la bola recorre una vez que toca el suelo.
¿Y ahora?
“Más verde de lo que me gustaría”, reconoció Slumbers el miércoles. “Pero cada vez que me entusiasmo con un buen campo de golf, ahí viene la madre naturaleza”.
Esa es la naturaleza de los campos de golf y el contexto cuando inicie la 151ma edición del Open el jueves con un clima inglés que puede cambiar por minuto.
Un inusual húmedo junio tornó a los fairways verdes y frondosos, condiciones ideales para que McIlroy ponga fin a su sequía de nueve años sin ganar un major. Sus cuatro majors —Congressional en el 2011, Kiawah Island en 2012, así como Hoylake y Valhalla 2014— todos fueron con un poco de lluvia y césped suave.
“Está en condiciones increíbles”, aseguró McIlroy. “Es básicamente como lo recuerdo”.
El último día de prácticas contó con algunas nubes y luego un poco de sol. La preocupación es que llueva el fin de semana. En el 2014 estaba tan mal que R&A decidió iniciar con dos salidas para evitar la tormenta, la primera vez que el Abierto Británico inicia con jugadores en ambos tees por primera vez desde 1860.
El campeón del Masters Jon Rahm jugó al lado de Phil Mickleson con un gran séquito y se espera que haya más por venir. Slumbers dijo que esperan una asistencia de 260.000 toda la semana.
Pero la simplicidad del Abierto Británico, sin importar el clima o los baches en el fairway.
Uno de los lemas que R&A puso junto a las gradas dice, “Forjado por la naturaleza”.
“Así es”, aseguró Slumbers. “Creo que una de las bellezas de The Open Championship” es que no peleamos con la naturaleza. Sólo dejamos que la naturaleza suceda. Llovió y ahora está verde”.
Y el trofeo el plateado. Ese es el único color que importa.