En septiembre del 2019, México goleó a Estados Unidos en un partido amistoso, incluyendo el último gol de Chicharito con el tricolor. Ese día fue el punto más bajo para USMNT, que no jugó el Mundial de Rusia 2018.
Walker Zimmerman estuvo presente en el MetLife Stadium esa noche. No olvida lo que dolió perder en Nueva Jersey, pero cree que ese día fue el punto de inflexión en el Clásico de Concacaf.
“Recuerdo que no tuvimos un buen juego, tuvieron mucho el balón, nos movían y terminamos perdiendo 3-0. Desde ese partido, las cosas cambiaron. Tomamos más riesgos, tuvimos más confianza y eso se vio en las eliminatorias, pudimos crear ocasiones en casa y de visitantes. Es una señal de progreso, es un proceso, pero hemos avanzado y atacamos más en estos juegos. Los últimos partidos ante México han sido distintos por la posesión y el generar más ocasiones”, respondió el defensa en rueda de prensa a la pregunta de Claro Sports sobre el cambio de estilo en la rivalidad.
Desde ese partido en 2019, Estados Unidos está invicto ante México. Tres triunfos y dos empates, incluyendo dos trofeos. Zimmerman sabe que México tiene sed de venganza.
“Presionar más alto nos ha permitido generar más ocasiones. Es una mentalidad y la confianza, vivimos un buen momento contra ellos. Esperamos tener una buena actuación y ganar. No somos ingenuos, sabemos que querrán sangre, que quieren ganar, pero tenemos que confiar que lo que hemos hecho ha sido exitoso. Requerirá mucha energía, confiar en los compañeros y trabajar duro 90 minutos”.
Zimmerman repitió el mensaje de muchos otros jugdores, de que este tipo de partidos son clave pensando en el objetivo máximo de Estados Unidos: el Mundial del 2026.
“Tengo muchas memorias de los partidos que hemos jugado (contra México) y lo encaramos como que son un obstáculo para tener otro trofeo. No hay que subir de tono, la intensidad estará ahí, es un partido de eliminación y están en nuestro camino. Nos gusta que sean ellos, que habrá mucha afición, será un partido intenso”.
La semifinal de la Nations League será de nueva cuenta en Las Vegas, donde Estados Unidos ganó la Copa Oro 2019 a México y se vive un ambiente especial por el apoyo a las dos selecciones.
“Es un gran lugar para estos partidos. El ambiente será uno de los mejores que tengamos en cualquier parte. El estadio estará lleno, hostil, y es algo que nos emociona para prepararnos para el Mundial del 2026. Estos partidos son escasos y cada que hay uno de eliminación, contra un rival, es una experiencia que nos ayudará a crecer. Estoy emocionado de jugar y de la energía que habrá en el estadio”.