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Gregg Berhalter vuelve al banquillo de Estados Unidos el sábado ante Uzbekistán, un rival asiático para USMNT, que busca enfrentar a todo tipo de rivales en las ventanas internacionales que tendrán de aquí al Mundial del 2026.
“Jugaremos ante rivales asiáticos cuando no podremos hacerlo los próximos años“, dijo el entrenador en rueda de prensa el viernes.
Uzbekistán y Omán no son rivales del más alto nivel para Estados Unidos, pero Berhalter considera que la planeación que han hecho para el siguiente Mundial les permitirá medirse a todo tipo de rivales.
“Este año tenemos partidos ante Alemania y Ghana, la Nations League en marzo para poder ganar otro trofeo y lo que nos permitiría entrar en Copa América. Esperamos tener buenos rivales en junio, y la Copa América”.
Sobre las sensaciones que tiene al volver a dirigir a la selección, comentó: “Creo que las emociones fueron más la semana pasada, al volver al campamento. Te sientes tan cómodo con el staff, los jugadores, retomas donde lo dejaste. Construimos grandes relaciones, tuvimos un gran campamento. El equipo ha trabajado de gran manera los últimos meses, fue bueno verlo a la distancia”.
Berhalter mencionó que la más grande lección que aprendió en los últimos meses fue en el Mundial, donde hay reflexiones importantes para que el equipo logre el objetivo de trascender en el 2026.
“Nuestra forma de trabajo tenemos que reflejarla cada sesión. Es la culminación de cosas que suman, cada detalle fino y tratamos de aprender de cada situación. Lo que aprendí es que los juegos del Mundial, al máximo nivel, son los más difíciles. La fase de grupos es una final cada día, luego los de eliminación, de vida o muerte. Hay que ser resilientes y tener una identidad. Seguiremos construyendo sobre las bases de los últimos cuatro años y tenemos el objetivo de que en 2026 cambiemos el fútbol para siempre en Estados Unidos“.