La Selección Mexicana está en su camino por reivindicarse en la zona de la Concacaf y dará el primer paso ante Costa Rica, en los cuartos de final de la Copa Oro. Un camino que se le fue complicando y que tuvieron una derrota en fase de grupos que podría presagiar un mal resultado.
El Tricolor comandado por Jaime Lozano ganó sus primeros dos duelos de la fase de grupos, perfilándose como uno de los favoritos, pero ante Qatar tuvieron un inesperado tropiezo, que más que afectarles en el grupo, evidenció las carencias del equipo.
El resultado no solo fue una mala presentación de la selección, además significa un mal presagio, pues cada que suman una derrota en la fase de grupos, terminan por no coronarse en la Copa Oro.
Esto le ha sucedido en tres ocasiones al tricolor. La primera fue en el torneo del 2005. México debutó con una derrota 2-1 ante la invitada Sudáfrica, pero desde ahí no perdió, llevándose las victorias ante Jamaica y Guatemala, para avanzar primera de grupo. La derrota vino en los cuartos de final, cuando se enfrentaron a otra invitada, Colombia, que los venció 2-1 para dejarlos sin trofeo.
La segunda ocasión fue en el 2007. México fue parte del Grupo C, donde sufrió una dolorosa derrota de 2-1 ante Honduras, además de una victoria ante Panamá y una ante Cuba, lo que lo dejó como segundo de grupo. En esta ocasión, el tricolor llegó hasta la final tras vencer a Costa Rica en los cuartos de final y a Guadalupe en las semifinales, pero se vieron sorprendidos por Estados Unidos en la final, al perder 2-1.
Fue en el 2013 cuando vivieron su última derrota en la fase de grupos. México fue parte del Grupo A y en su debut perdieron ante Panamá 2-1, pero luego sumaron triunfo ante Martinica y Canadá para ser segundos de grupos. La Selección Mexicana se midió a Trinidad y Tobago en los cuartos y a Panamá en semifinales, donde se vieron sorprendidos con una derrota de 2-1.
México llega nuevamente a los cuartos de final con la misión de evitar un fracaso en la Concacaf y además, frenar a Estados Unidos en su misión por refrendar su corona.