La Selección de Estados Unidos sigue siendo la que manda ante México y así quedó demostrado una vez más este jueves tras el triunfo de 3-0 en las semifinales de la Concacaf Nations League con un par de anotaciones de Christian Pulisic y una más de Ricardo Pepi.
Apenas al minuto 23 llegó la primera amenaza del Capitán América, quien realizó una gran jugada individual dentro del área y luego de quitarse a Guillermo Ochoa disparó fuerte de pierna derecha pero el balón se acabó perdiendo por encima del travesaño.
Trece minutos más tarde, al 36′, el propio Pulisic aprovechó un terrible error por parte de Edson Álvarez para ponerse de nuevo frente al arquero de la Salernitana, a quien venció con un potente disparo cruzado de pierna izquierda.
El Tri no encontró reacción en el resto de la primera mitad, con un Antuna con muchas ganas pero con muy poca precisión, sin poder poner una pelota de peligro en el área estadounidense para que Henry Martín pudiera competir.
Llegó el complemento y apenas en la primera acción Timothy Weah se escapó a toda velocidad por la banda derecha para mandar una gran pelota ante la llegada de Pulisic, quien solo tuvo que mandarla a guardar al fondo de las redes.
Cocca mandó al campo a Santiago Giménez y Ozziel Herrera para intentar poner en aprietos a la defensiva del USMNT pero tampoco contaron con el soporte de sus compañeros para acercarse al arco de Matt Turner.
Los ánimos se calentaron de manera terrible en el campo del Allegiant Stadium, primero tras un contacto entre Uriel Antuna y Gio Reyna, quien terminó con el rostro que terminó sin ser sancionado por el silbante. Rondando el minuto 70 de acción, Cesar Montes se volvió loco y soltó una dura patada sin balón a Folarin Balogun, por lo que el silbante no dudó en echarlo de inmediato.
Tras la brutal falta del defensor mexicano, los jugadores hicieron honor a la capital mundial del boxeo y armaron una campal en el campo, en donde McKennie también recibió la tarjeta roja por una provocación.
Al minuto 76 Antuna tuvo una doble oportunidad frente al arco, primero estrellando el balón en el arquero Turner y luego errando sin portero, aunque al final de la acción se marcó fuera de juego para invalidarla.
Apenas con dos minutos sobre el campo, Ricardo Pepi recibió el balón por parte de Sergiño Dest y la mandó a gol pese a la salida de Ochoa. El abanderado marcó de una el fuera de juego pero la revisión del VAR dio por buena el tanto del mexicoamericano.
Por si algo le hacía falta al juego, ahora la bronca la armaron Álvarez, Arteaga y Dest, quienes se fueron a las manos y estos últimos dos acabaron yéndose expulsados. Una vez que el juego se iba a reanudar, apareció el infame grito que volvió a detener las acciones.