USWNT emprendió la travesía a Oceanía en busca del inédito tricampeonato del Mundial como máxima favorita, pero estuvo a punto de acabar apenas en la fase de grupos.
Portugal estrelló un tiro en el poste en el tiempo de compensación del tercer juego que pudo ser la eliminación. Sobrevivieron y avanzaron, pero las dudas alrededor del equipo se posicionan sobre un punto en común: la falta de gol.
Estados Unidos lleva cuatro goles, pero tres fueron ante Vietnam, quizá el equipo más débil de todo el torneo. Rescataron el empate ante Países Bajos, en la repetición de la última final, y no pudieron ante las debutantes de Portugal.
No han podido materializar las ocasiones. El balón parado ha generado peligro, pero parece que solo se genera peligro cuando Alex Morgan se bota y prolonga esféricos. Hay mucha desconexión en el último tercio, un problema en toda la era de Vlatko Andonovski. Aún con todo, no han tenido suerte.
Considerando la métrica de goles esperados, USWNT ha generado 7.8 tantos, tercera mayor cantidad en el torneo, solo por detrás de Japón y España. Pese a genera ocasiones, no marcan y son el equipo con ‘menos suerte’: -3.8 por debajo de lo esperado.
Solo Lindsey Horan y Sophia Smith han visto portería. El resto de jugadoras están en blanco, pese a 46 disparos en total y que Alex Morgan es cuarta en xG (2.7, incluyendo un penalti fallado), además de ocasiones de Megan Rapinoe (0.9) y Lynn Williams (0.9) también tenido ocasiones claras.
Lo que metió al equipo a octavos es que tienen la mejor defensa del torneo. Países Bajos es el único equipo que les marcó, en el único intento entre los tres postes que ha visto Estados Unidos en todo el torneo (visto de otra forma: Alyssa Naeher lleva CERO atajadas). Un nivel defensivo histórico que necesitan mantener y esperar que la pólvora se seque ante Suecia.