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Cuando Tony Bloom compró al Brighton en 2009, el club se encontraba en League One (tercera división de Inglaterra), no se imaginaba la progresión que ha tenido desde que ascendieron a Premier League.
La llegada Graham Potter a los seaguls en 2019 fue el parteaguas para establecer un proyecto a futuro, pues Tony Bloom le dio la confianza a Potter para lograr competir en Europa en próximas temporadas, quedándose cerca en la 21/22 pues quedó noveno.
Aunque Potter se marchó al Chelsea en la 22/23, De Zerbi continuó con el trabajo de Graham Potter, metiendo al club en Europa League por primera vez en su historia.
Para llegar a este hito, el Brighton trabaja con un sistema de ojeo por todo el mundo, trayendo jugadores jóvenes de todo el mundo para foguearlos y que en una temporada estén jugando ya con el primer equipo.
Al Tony Bloom ser dueño del Union Saint Gilloise de Bélgica, es el club que ficha a los jugadores para poder obtener el pasaporte UEFA y poder jugar en el Brighton como recambio de las posibles salidas que tendrán en la temporada, teniendo el caso de la ahora estrella del equipo Kaoru Mitoma.
Aunado ha esto, los seaguls se ha convertido en un club satélite para la venta de jugadores, reinvirtiendo todos sus ingresos en nuevos jugadores para seguir creciendo juntó al club. Casos como los de Moisés Caicedo o Alexis Macallister está temporada son los más notables.
Al irse dos de su grandes estrellas la pasada temporada, el club no resintió su ausencia en el inicio de temporada, pues ya tenían a sus recambios fichados una temporada atrás, siendo este el sello de este nuevo Brighton.