Perú ingresó al Estadio Metropolitano para enfrentar a Marruecos, la sensación de la pasada Copa del Mundo de Qatar 2022 en uno de los amistosos de la primera fecha FIFA del año. El empate a cero quedó colgado en el marcador de un partido cerrado ante el parado táctico de dos entrenadores que no quisieron arriesgar el resultado.
El problema para los sudamericanos es que venían de un altercado con la policía de Madrid al intercambiar empujones en las inmediaciones del hotel, un hecho que provocó que algunos jugadores como Pedro Gallese tuviesen que ir a comparecer con las autoridades de la capital española.
Perú y Marruecos no se hacen daño en Madrid
Perú quiso olvidarse de los problemas con la justicia de Madrid y prefirieron concentrarse para mitigar los embates de una irreverente Marruecos que derrotó a Brasil un partido antes para confirmar que quizá no fue casualidad su pase a semifinales de la pasada Copa del Mundo.
Gallese no tuvo muchas acciones de peligro durante gran parte del partido, pero un disparo de Ziyech encendió las alarmas peruanas porque estuvo a punto de colocarse en el ángulo. Marruecos poco a poco se hizo del balón y quiso imponer condiciones ante el equipo de José Reynoso que prefirió el orden táctico por encima de la inventiva.
Pocas acciones en un partido en el que no se jugaban nada. Perú busca construir las bases para el próximo ciclo mundialista y Marruecos mantiene la idea futbolística que los llevó a obtener un cuarto lugar en la justa mundialista pasada. Y para muestra, el control de balón del conjunto marroquí que no encontró espacios suficientes en gran parte del trámite.
Cuando el partido parecía muerto, Zambrano le tiró una patada a un marroquí ante el enojo de un encontronazo por un un balón disputado. Y el árbitro decidió echar tanto al peruano como a Sofiane Boufal en un momento tenso que provocó la discusión ambas plantillas.