Todo le salió a pedir de boca al FC Barcelona el martes. Ganaron, sobre la hora y sufriendo de más, ante un Osasuna con un hombre menos, y horas después, en San Sebastián, el Real Madrid perdió 2-0, ante la Real Sociedad, lo que les deja a los culés con opciones de coronarse el fin de semana en el derbi ante el Espanyol.
Un terrible error de Eder Militao, al inicio del segundo tiempo, permitió que Kubo abriera el marcador para los txuri urdin, que se afianzan en puestos de Champions y ponen el último clavo al ataúd del sueño de bicampeonato madridista.
El Madrid llegó a la Reale Arena con un ojo en la final de la Copa del Rey y otro en las semis de la Champions. Benzema ni viajó para cuidarle. Modric, Mendy y Alaba eran baja por lesión. Mariano fue titular y la otra novedad de Ancelotti respecto al once ante el Almería fue Nacho por la lateral por Camavinga.
Las ocasiones llegaron por oleadas al arranque del partido. Los blancos tuvieron los primeros dos avisos en los primeros 10 minutos, pero Remiro le negó el tanto a Tchouameni y luego a Militao, de cabeza.
Respondió la Real con cuatro ocasiones clarísimas. Primero, la bandera negó un mano a mano de David Silva ante Courtois, seguido de un córner peinado que dejó solo a Zubimendi en el área chica, pero la estrelló en el larguero. Y por último, el pie del portero madridista le negó el gol a Silva. Y luego Oyarzabal cayó en el área, pero no hubo penalti. Entre tanto frenesí de las llegadas de la Real, Militao sufrió una fuerte torcedura en una barrida de Mikel Merino. Se le dobló el pie y parecía serio, pero pudo continuar.
A la media hora de juego, Courtois metió en problemas a Militao en la salida, pero la Real no lo pudo aprovechar… a la primera.
Tras el descanso, se dio la misma combinación, en sentido contrario y ahora sí le costó al Madrid. Un mal pase del brasileño desde la banda dejó solo a Kubo, quien aprovechó el regalo. Tampoco perdonó el festejo.
El partido se puso todavía más cuesta arriba a la hora de juego. Carvajal vio la segunda amarilla en una barrida que parecía haber llegado primero, pero luego impactó a Aihen. El lateral se fue a las regaderas temprano, con tiempo de sobra para publicar su malestar en Instagram. Sobre la hora, Ander Barrenetxea puso el 2-0 lapidario.