El primer tiempo de la semifinal de ida de la Copa del Rey vivió momentos muy calientes. El juego ríspido se hizo presente en el Santiago Bernabéu y la primera cartulina, a Vinicius, dejó mucho de qué hablar.
Al minuto 23, con el partido 0-0, el brasileño se enredó con Frenkie de Jong en el medio del campo. Parecía primero falta del azulgrana, pero Vinicius siguió sujetando al rival y terminó haciendo un candado sobre el cuello del 21 del Barcelona y se fue al piso sin dejarlo ir. El Bernabéu se convirtió por unos momentos en un cuadrilátero de la WWE.
Vinicius explotó por la amonestación, una acción más en la que el brasileño considera que los árbitros le tienen señalado y no le protegen, y estuvo a punto de costar más al Real Madrid, porque bien pudo ser expulsado porque encaró al árbitro, José Luis Munuera Montero, y se acercó a señalarle con el dedo índice, lo que generó molestia al Barça, que pedían la segunda amarilla para el brasileño por encarar al colegiado.
Se formó una montonera alrededor de la falta, con Kessie y Marcos Alonso pidiendo algo más que la amarilla, mientras que Kroos, Benzema y otros jugadores del Real Madrid reclamaban que la primera falta fue del neerlandés.
La polémica siguió casi en la siguiente jugada, porque llegó el 1-0 del Barcelona, que validó el VAR, porque se había pitado inicialmente fuera de lugar.