Parecía que la buena racha del Barcelona iba a llegar a su fin pero tres goles en ocho minutos devolvieron la sonrisa a unos aficionados blaugranas que llegaban ya con buenas sensaciones tras la renovación de Xavi este viernes, la cual podrán seguir celebrando tras la victoria agónica de 3-2 ante el Celta de Vigo.
El Barcelona arrancó dominando el juego pero un error en la salida al minuto 19 provocó que Jørgen Strand Larsen se pusiera solo frente a Ter Stegen y definió con un disparo cruzado que acabó en el fondo de las redes para abrir el marcador en favor del Celta.
Al minuto 36 Xavi tuvo que echar mano del banquillo ante la lesión de Frenkie de Jong, por lo que Gavi tuvo que entrar al duelo y apenas tres minutos más tarde se llevó la cartulina amarilla tras cortar un avance del Celta.
La visita tuvo una inmejorable oportunidad de ampliar la diferencia luego de una gran atajada de Ter Stegen, dejando el remate para que Luca de la Torre solo tuviera que empujarla al arco pero su disparo se fue muy alto y perdonó a lo blaugranas.
Ya en el complemento, al minuto 18, Ferran Torres se puso solo frente al arco con un gran servicio de Ilkay Gundogan, sin embargo, el disparo no pudo encontrar el arco y pasó a un costado, dejando escapar la jugada del empate.
Al minuto 76 llegó el balde de agua fría para los catalanes tras un espectacular contragolpe a toda velocidad que acabó con un disparo cruzado de Tasos Douvikas, el cual puso contra las cuerdas a los de casa.
Cuatro minutos más tarde llegó por fin la respuesta del Barça. Joao Félix puso un servicio bombeado para Robert Lewandowski y el atacante polaco definió por arriba para devolverle un poco de esperanza al equipo a falta de 10 minutos para el final.
De nueva cuenta tenía que aparecer Lewandowski llegando desde atrás y rematando tras una gran diagonal de Joao Cancelo para meter su segundo de la noche y empatar el marcador a cinco minutos de que se cumpliera el tiempo reglamentario.
La magia de este Barcelona hizo de las suyas de nueva cuenta y los refuerzos siguen siendo de suma importancia. Tras un servicio de Gavi, Cancelo apareció a segundo poste para sentenciar el tercero que concretó una voltereta que lucía imposible.