El Barcelona sale del Bernabéu con ventaja gracias a un autogol validado por el VAR

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El Barcelona gana 1-0 en la ida de las semifinales de la Copa del Rey
El Barcelona gana 1-0 en la ida de semis de Copa del Rey | REUTERS/Isabel Infantes

Los primeros dos cuartos de la semifinal de la Copa del Rey son para el Barcelona. Pese a jugar de visitante y sin cuatro titulares, los culés se impusieron 1-0 al Real Madrid con un autogol de rebote de Militao, validado por el VAR. Ventaja al final del día, pero el Camp Nou dictará sentencia.

La intensidad de un Clásico siempre está ahí, pero en el Bernabéu se jugó a varios grados más de temperatura, entendiendo que se juega el pase a la final de la Copa. Se corrió más y se metió mucho más, aunque las ocasiones fueron contadas: apenas un tiro a puerta en la primera hora de juego. Eso sí, el partido no pasará a la historia por su gran cantidad de ocasiones: de hecho, el Madrid no tiró una sola vez a portería y el marcador solo se movió por un tanto en propia puerta.

Una bandera en alto borró el 1-0 al Real Madrid y parecía hacer lo mismo al Barcelona, con la situación más caliente del juego entre ellas, cuando Vinicius y Frenkie de Jong se enfrascaron en un round de lucha libre en medio campo, con el brasileño haciendo un candado al cuello y llevando al neerlandés al suelo. Explotó porque lo amonestaron y se salvó de la doble amarilla por irse con todo sobre el árbitro.

Apenas se calmaban las aguas cuando Camavinga perdió un balón tocando hacia atrás, Kessie filtró para Ferran Torres, le devolvieron el balón para tirar, Courtois atajó, pero pegó en Militao y luego Nacho no pudo llegar a tiempo para evitar el tanto que el VAR dio por bueno.

Siguió el partido con muchas patadas, muy intenso y sin media cancha, pero ni Courtois ni Ter Stegen fueron factor el resto del partido.

El Madrid fue más en la segunda parte. El Barcelona apenas si cruzó medio campo los primeros 20 minutos de la mitad, pero el Madrid no encontraba la brújula y las más claras en el complemento fueron de los culés: primero Raphinha se pasó de fuerza en un centro que Ferran esperaba solo y luego Ansu Fati se entrometió en un tiro de Kessie.

Ancelotti echó mano del banquillo, pero ni Rodrygo ni Tchouaméni ni Álvaro lograron ver portería. Llenaron de centros el área, pero Ter Stegen y la defensa no fallaron ninguno. El Barcelona se va a casa con la ventaja y recuperaría a Lewandowski, Pedri, Dembélé y Christensen para la vuelta. Ahora son favoritos, pero queda mucha historia por contar.