Se acabó la generación dorada del Barcelona que enamoró al planeta. Este domingo el cuadro blaugrana vivió sus últimos instantes con Jordi Alba y Sergio Busquets como sus jugadores en la goleada 3-0 sobre Mallorca.
Con un doblete de Ansu Fati y una anotación más de Gavi, los catalanes no tuvieron ninguna dificultad para imponerse ante un equipo que se quedó con un hombre menos desde muy temprano tras la expulsión de Ndiaye al minuto 14 de juego.
Tras el silbatazo final, la institución organizó una ceremonia para decirle adiós a dos jugadores que se convirtieron en emblemas durante largas temporadas y que finalmente han decidido seguir sus carreras en otros rumbos.
“Desde pequeño soñaba con jugar aquí… y el sentimiento y orgullo de ser del mejor club del mundo, eso no me lo quitará nunca nadie. Ahora me voy pero esto no es un adiós, es un hasta luego”, fueron las palabras de un Busquets que lo ganó todo con el Barcelona.
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