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Luis Rubiales renunció el domingo como presidente de la Real Federación Española de Fútbol, pero el escándalo continúa por el beso no consentido a Jenni Hermoso en la final del Mundial.
El lunes, la jugadora de la Fiorentina, Vero Boquete, dio a conocer los intentos de guerra sucia contra Jenni, incluyendo hackeo para intentar de atacar a la víctima.
“Así es la guerra. Sabíamos que no había reglas. El móvil de Jenni fue hackeado. Tuvieron acceso a fotos y videos. Luego se filtraron las cosas que podían servir para atacar a la víctima”, declaró para el diario alemán Der Spiegel.
Tras el beso de Rubiales en Sydney, se filtraron videos en los que se ve la reacción de las jugadoras en el autobús tras dejar el estadio, que algunos intentaron usar como justificación de lo sucedido, a lo que Vero Boquete responde de manera contundente. “En el autobús también hay otros momentos en que las jugadoras dicen que se trata de algo muy serio que no se puede tolerar“. Como la FIFA le había prohibido a Rubiales contactar a Jenni él buscó entonces otros caminos”.
Hermoso volvió a su club, el Pachuca de México, el fin de semana, luego de denunciar a las autoridades españolas el caso. Siguen las indagatorias, además de los expedientes que abrió la FIFA al respecto.