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El Caso Rubiales fue protagonista en la gala de la UEFA, con los punzantes discursos de Aitana Bonmatí y Sarina Wiegman al recibir sus premios como las mejores de la temporada.
La entrenadora fue elegida la mejor del año, pese a que Jorge Vilda dio el título del mundo a España, y no se olvidó del escándalo en el que se encuentra el fútbol español por el beso del presidente de la RFEF a Jenni Hermoso en la ceremonia de premiación del Mundial.
“Todos sabemos los problemas alrededor de la selección española y de verdad me duele como entrenadora, madre de dos hijas esposa y como persona. Queda mucho camino por recorrer en el fútbol femenino y en la sociedad. Me gustaría dedicar este premio a ellas, el equipo que jugó un gran fútbol en el Mundial, que todos lo disfrutaron. Este equipo merece ser celebrado y escuchado”.
Tras la ceremonia, el presidente en funciones de la Real Federación Española de Fútbol, Pedro Rocha, se acercó a la entrenadora de las Lionesses para agradecerle sus palabras.
Aitana, Balón de Oro del último Mundial y elegida jugadora del año de la UEFA, agradeció a la seleccionadora inglesa tras recibir su premio y también fue contundente en su mensaje. “Agradezco las palabras de Sarina Wiegman. No están siendo unos momentos muy buenos en el fútbol español. Venimos de ganar el Mundial, pero no se está hablando mucho de ello porque han pasado cosas que no me dejaría pasar. Me gustaría recordar un poco lo que ha pasado. Como sociedad, no debemos permitir que se haga abusos de poder en una relación laboral, así como también faltas de respeto. Me gustaría, desde mi compañera Jenni y a todas las mujeres que sufren lo mismo, estamos con vosotras y espero que sigamos trabajando para que esta sociedad mejore”.