La Selección Mexicana y el USMNT dejaron su rivalidad en el fútbol para llevarla al intercambio de golpes en una doble bronca con dos expulsiones por cada lado, una situación que deja claro que las cosas no andan bien entre las dos potencias de la Concacaf, sobre todo para el tricolor porque la impotencia de los mexicanos comenzó dos peleas innecesarias sobre el terreno del Allegiant de Las Vegas.
En medio del marco de las semifinales de la Nations League, la Selección de los Estados Unidos y México tuvieron un partido al rojo vivo para buscar el boleto a la final de este próximo domingo ante Canadá, el equipo que minutos antes venció a Panamá en el mismo recinto de la Ciudad del Pecado.
Christian Pulisic metió un doblete tras aprovechar un error de Edson Álvarez y después de un contragolpe, el delantero del Chelsea anotó el segundo de un partido que sentenció Ricardo Pepi, quien esperó la deliberación del VAR para gritar el tercero contra una Selección Mexicana desconectada.
Tal era la frustración del tricolor, que César Montes soltó una patada criminal que ameritó la roja inmediata, pero ni el color del cartón detuvo al USMNT que reclamó la falta mientras existía un intercambio de empujones y jaloneos.
El central expulsó dos minutos más tarde a Weston McKennie para emparejar el número de jugadores. El problema es que esto no ayudó a calmar la situación, puesto que Gerardo Artega inició una casi nueva pelea campal, así que vio la roja al igual que Sergiño Dest tras un intercambio de jaloneos entre las dos estrellas en el minuto 85.
Dos broncas, una lluvia de tarjetas y un tres a cero fue suficiente para poner a la Selección Mexicana en aprietos, pues la derrota pone en la cuerda floja a Diego Cocca. La frustración no se hizo esperar y el público comenzó a lanzar gritos homofóbicos, razón por la cual el árbitro decidió parar el partido durante unos minutos, mismo que reanudó sólo por cinco minutos antes de pitar el final