El Tottenham, como el Chelsea el martes, tenía que remontar un gol de desventaja de la ida. También vivió un retraso del inicio del partido, cortesía del tráfico londinense, pero contrario a los blues, los Spurs no pudieron revertir la eliminatoria. El Milan está en cuartos por primera vez en 11 años, tras empatar sin goles en la vuelta. El tanto de Brahim en San Siro y un atajadón al 93′ valen el boleto.
Salvo porque el Milan está entre los ocho mejores de Europa por primera vez en más de una década, el partido no pasará a la historia porque simplemente no hay mucho que contar. El Chelsea el martes se volcó con todo y tuvo múltiples ocasiones. Polémico y todo, pero lo intentó más. El Tottenham se murió de nada.
Tampoco es que la visita fuera un vendaval sobre el arco rival. Vaya, el primer tiempo no vio tiros a puerta. Hubo apenas cuatro disparos combinados, la mayoría rebotados o fuera de foco. Los mapas de calor indican que, salvo los porteros dando una ronda, no pasó nada en las áreas.
La segunda parte, los Spurs intentaron ir más arriba, pero eso dejó huecos al a contra. Brahim, en una serie de rebotes, casi se encuentra con el gol. Una jugada similar, a los trompicones, hizo que Hojbjerg rebotara un disparo y acudiera a los ‘cholismos’ para revivir a la grada.
Algo subió la temperatura en el Tottenham Stadium, pero al 78′, con la segunda amarilla al Cuti Romero, se terminaron las esperanzas, por más que el defensa campeón del mundo estuvo tendido varios minutos intentando buscando la clemencia tras tumbar a Theo. Tuvieron una última: en el agregado, Kane finalmente tuvo un remate, abajo, pero Maignan evitó el alargue. El segundo máximo ganador de la Champions vuelve a cuartos. La última vez había sido también ante otro londinense, el Arsenal, antes de que el Barcelona les dejara en el camino.
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