Alemania recibió a Bélgica en el Estadio Rhein Energie para uno de los partidos amistosos más interesantes de la doble fecha FIFA de marzo, en el intento de ambos equipos de reconstruir las bases rumbo a la preparación para la próxima Eurocopa 2024. Sin embargo, los teutones no pudieron aguantar la ofensiva monstruosa de Lukaku, De Bruyne y compañía.
El equipo de Hansi Flick estuvo a punto de ser goleado en el primer tiempo ante los embates de los belgas que ganaban el partido por dos goles a cero cuando el cronómetro tenía menos de 10 minutos. Bélgica mantuvo el control del partido hasta el segundo tiempo en el que remató a los germanos quienes al estar sobre las cuerdas encontraron un segundo tanto. El problema para los locales es que no les alcanzó el tiempo, aunque al final del día se salvaron de una goleada monumental.
Bélgica hunde a Alemania en casa
Alemania aguantó con cierta fortuna del poste superior y casi al final de la primera parte ya habían recortado el marcador tras un penal cometido por una mano de Romelu Lukaku, quien intentó cabecear un centro peligroso. Füllkrug anotó la pena máxima y le dio un nuevo aire al equipo germano que ingresó al segundo tiempo con una tónica diferente.
Tedesco, el nuevo técnico de Bélgica, mandó a los suyos a defender el marcador porque en la segunda mitad del encuentro decidieron jugar al contragolpe a través de la velocidad de sus volantes para aprovechar que los locales estaban concentrados en el otro lado de la cancha.
Bélgica había encontrado dos goles tempraneros de Yannick Carrasco y Romelu Lokaku para avanzar en el marcador al minuto nueve con un par de goles suficientes para controlar la situación. Kevin De Bruyne acabó por capitalizar la victoria al 78’ en una contra que acabó por hundir a los alemanes quienes prefirieron cruzar los brazos para evitar una goleada monumental en casa.
Con un gol fortuito de Gnabry, Alemania recortó distancias una vez más durante los minutos finales ante la confianza belga que pensaba que tenía todo controlado. En un ida y vuelta, las dos potencias del fútbol europeo parecían urgidas del resultado a favor pese a que no se jugaban nada. A los locales no les alcanzó el reloj y Bélgica respiró hondo en una victoria que estuvo a punto de desvanecerse.